Los narcos mexicanos lograron expandir la distribución de drogas a otros continentes por diversos métodos que ponen en jaque a las aduanas internacionales. Utilizan productos aparentemente legales para esconder metanfetamina, cocaína y otros alucinógenos.
El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación son dos de los más grandes exportadores de droga en el mundo. A pesar de que gobiernos de decenas de países han detectado y decomisado enormes cantidades de narcóticos, los envíos que salen de México no se detienen.
Europa y Oceanía son mercados atractivos para los cárteles mexicanos. La misma droga que comercializan en México o Estados Unidos pueden venderla a precios mucho más elevados en Italia, Francia, Inglaterra, Nueva Zelanda o Australia.
Narcos mexicanos usan cualquier método a su alcance para cruzar droga a otros países
Pieles, pegamento y aluminio en Australia
Australia es uno de los países en donde la droga mexicana se vende a precios más altos. Consientes de la situación, la Policía Federal de ese país mantiene activos de manera permanente operativos en todas sus costas y aeropuertos para evitar el ingreso de narcóticos.
En 2019, por ejemplo, la policía australiana realizó el decomiso más grande su historia cuando en un puerto se detectó un contenedor de pieles de vaca congeladas que escondía 750 kilos de droga listos para ser distribuidos. El valor de la mercancía fue valuado en más de 500 millones de dólares.
Ese mismo año, se detectó otro cargamento de droga oculto dentro de barras de aluminio. Fueron 233 kilogramos de cocaína mexicana la que se logró decomisar.
En otros operativos realizados por la policía de Australia, se encontraron enormes cantidades de drogas escondidas en bolsas de cocoa, cajas de artesanías y botes de pegamento que pretendían ingresar como mercancía legal a través de las aduanas.
Contenedores y esculturas en Nueva Zelanda
Nueva Zelanda es otro país de Oceanía en el que la droga mexicana se vende más cara que en otras regiones del mundo. Ahí, la policía ha logrado decomisos de 300 kilos de cocaína ocultos en contenedores que llegan por aire y mar.
De acuerdo con información de la policía de Nueva Zelanda, los cárteles mexicanos se asociaron con bandas de motociclistas para comercializar droga y precursores de narcóticos sintéticos, que luego son fabricados en laboratorios caseros.
Para llevar los cargamentos, los narcotraficantes esconden ladrillos de cocaína en diferentes productos. Uno de los casos más llamativos ocurrió en 2016, cuando se interceptó una escultura de un caballo repleta de droga.
La obra de arte estaba hecha con diamantes y otras piedras preciosas. Pesaba al rededor de 400 kilos y dos personas, un estadounidense y un mexicano, trataron de cruzarla por la aduana. Sin embargo, las autoridades ya seguían el rastro de la operación y al inspeccionar la escultura encontraron 35 kilos de cocaína ocultos.
En Nueva Zelanda se implementó un operativo especial denominado “Operación Azteca”, con la cual agentes de varias dependencias de seguridad investigaron los pasos de los traficantes de drogas y su relación con grupos delictivos de ese país.
Cargamentos de frutas, jabones y libros enviados a Italia
Varias regiones de Italia han sido inspeccionadas a fondo en un esfuerzo de la policía federal denominado “Operación Halcón”, en el que se han incautado decenas de toneladas de cocaína enviada por el Cártel de Sinaloa a grupos de la mafia en ese país.
Para estas operaciones, los delincuentes encubrían la mercancía en cargamentos de jabones y libros. Las autoridades italianas señalan que los narcos mexicanos enviaban los narcóticos desde Sudamérica. Al llegar a Europa, eran descargados en Sicilia para ser distribuidos a otras ciudades, como Catania, Verona o Milán.
También, los narcos mexicanos y sus asociados de Sudamérica escondieron grandes cantidades de droga en cargamentos de frutas que fueron enviados directamente a ‘ndrangheta, uno de los grupos criminales de Italia más grandes.
Laboratorios de droga mexicanos en Países Bajos
En Países Bajos la situación es un tanto particular. Los cárteles mexicanos han logrado instalar laboratorios caseros en los que se fabrican drogas sintéticas que se distribuyen por Europa y Asia.
Investigaciones de Francia y Países Bajos señalan que los narcotraficantes, en colusión con grupos de China y Sudamérica, llevan los precursores de drogas directamente a sus pequeños laboratorios.
La mayoría de los trabajadores de estos sitios son de origen mexicano o latinoamericano.
En 2019, se identificó en los puertos de Holanda un barco que transportaba cocaína, metafetamina y varios precursores de drogas sintéticas. Las autoridades de ese país comenzaron una investigación para detectar cuál era el destino de todo ese material.
Meses después, se encontró que había decenas de laboratorios caseros en donde mexicanos fabricaban droga por sí mismos. Más de 20 personas fueron detenidas y al ser interrogados señalaron haber sido reclutados por los cárteles mexicanos para trabajar como químicos en Europa.
Sumado a eso, la organización de periodistas Forbidden Stories logró acceder a información hackeada de una app de comunicaciones que logró dar más pistas sobre los laboratorios mexicanos en Países Bajos. Más de 800 personas fueron detenidas como resultados de las investigaciones.
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