A través de redes sociales, traficantes de personas crearon una cadena de reclutamiento de conductores en Estados Unidos a los que les pagan entre 500 y 2 mil 500 dólares por cruzar migrantes en la frontera.
A mediados de septiembre, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos desmanteló una red de traficantes de personas que operaban en el distrito sur de Texas. Las investigaciones señalan que los delincuentes utilizaban redes como Facebook, Instagram o Snapchat para buscar a gente dispuesta a cruzar migrantes en sus vehículos particulares
Un artículo publicado en Insight Crime, firmado por Steven Dudley, especifica que la mayoría de estos conductores subcontratados por el crimen organizado son adolescentes, a los que generalmente se les paga en efectivo o hasta en Bitcoin a “contra entrega”.
Los conductores no saben qué les ocurre a los migrantes al entregarlos con los traficantes de personas
De acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, los traficantes dan órdenes muy específicas a los conductores.
En primer lugar, les indican cuáles son las rutas por las que es más probable que puedan evadir la seguridad migratoria. Les piden recoger a los migrantes en puntos ya muy cercanos a la frontera para hacer los recorridos lo más corto y rápido posible.
Una vez que los conductores llegan hasta donde están los migrantes en espera, deben ocultarlos en sus vehículos.
Para ello emplean todos los trucos que estén a su alcance, como esconderlos en maletas, al interior de cisternas, o entre mercancía en camionetas de carga o remolques.
“La organización de tráfico de personas presuntamente utilizó métodos para transportar a los migrantes que pusieron sus vidas en peligro, ya que con frecuencia eran retenidos en espacios cerrados, con poca ventilación, sin control de temperatura y en condiciones que los ponían en gran riesgo”, explica un comunicado del Departamento de Justicia de EE. UU. sobre la red de tratantes desmantelada en Texas que operaba con este sistema.
El conductor debe informar a los traficantes cuando ya tienen a los migrantes en sus vehículos. Después, los trasladan hasta casas de seguridad en ciudades como Laredo y Austin, en el caso de Texas.
Una vez que llegan, reciben su pago, el cual ronda los 500 y 2 mil 500 dólares por persona transportada que llegue con vida. Después de que tomar el dinero, se van y quedan en espera de un nuevo llamado, sin saber, en muchos casos, qué es lo que ocurrirá con los migrantes que dejan en manos del crimen organizado.
“No se dan cuenta de la gravedad de lo que están haciendo, hasta que se ven involucrados en una persecución a alta velocidad, y reconocen que han empeorado el problema en el que se han metido”, dijo Robert Watkins, comandante de la comisaría del condado de Cochise para el texto de Insight Crime.
Si es necesario, traficantes y conductores engañarán a los migrantes y los dejarán morir para protegerse, advierten autoridades de EE. UU.
Las autoridades en Estados Unidos señalan que tanto los traficantes de personas como los conductores son parte de un mismo problema que se acrecienta cada vez más en zonas fronterizas y que no ha sido fácil combatir, debido al gran alcance que tienen las redes sociales.
Aunque existe un equipo especializado en el combate a la trata de personas, la Fuerza de Tarea Conjunta Alpha (JTFA, por sus siglas en inglés), las investigaciones toman tiempo y muchos migrantes pierden la vida mientras los cárteles del crimen operan hasta ser descubiertos.
La JTFA, señalan informes oficiales, ha logrado aumentar el número de migrantes rescatados en la frontera en los últimos años.
Sin embargo, autoridades locales advierten que los criminales y hasta los propios conductores subcontratados no tienen remordimiento para dejar morir a los migrantes cuando hay señales de riesgo de ser detectados:
“Los contrabandistas de personas son delincuentes a los que no les importa la vida humana. Mienten para ganar dinero, convenciendo a los migrantes vulnerables de que entreguen lo que a menudo son los ahorros de toda su vida a cambio de promesas vacías de llegar a los Estados Unidos. Los contrabandistas suelen abandonar a los migrantes en el desierto o las montañas sin comida ni agua, dejándolos por muertos”, dijo el comisionado adjunto Troy Miller, de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU, para un comunicado del Departamento de Justicia.
En su artículo, Steven Dudley, de Insight Crime, señala que las fuerzas de seguridad de EE. UU. están considerando nuevos métodos para frenar este tipo de prácticas en las fronteras, entre los que se incluye a francotiradores con equipo especializado para disparar directamente a los motores de los vehículos que sean sospechosos de transportar a migrantes.
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