Karla Narvalles desertó de la Marina al ser acosada por un mando superior. La joven causó alta en la SEMAR en 2020. Sin embargo, fue transferida de manera arbitraria a la Guardia Nacional, en donde ocurrieron los hechos que la llevaron a abandonar su cargo.
En redes sociales, Karla Narvalles expuso su caso y en un video de la también exmilitar Alexa Bueno, habló más a detalle sobre lo que ocurrió y cómo nadie en la Secretaria de Marina y Guardia Nacional la apoyó, a pesar de denunciar formal e institucionalmente la situación.
“Mis años de servicio fueron los mejores hasta que un mando decidió acosarme sexualmente todos los días durante los meses de febrero a marzo del presente año (2022). Solicité mis vacaciones y comencé con terapia psicológica porque esta persona ejercía demasiada presión sobre mí abusando de su autoridad”, escribió la joven en un posteo de Instagram.
Denunció acoso sexual y Marina le recomendó ir a prisión militar
En la entrevista con Alexa Bueno, Karla señaló que pocos meses después de integrarse a la Marina en la Ciudad de México, recibió un oficio en donde le informaron que sería enviada a Sinaloa y ahí tuvo que hacer un curso de policía militar para la Guardia Nacional.
Explicó que el problema comenzó en noviembre de 2021, cuando fue enviada a Zacatecas. Señala que estando ahí, un teniente al mando de su sección comenzó a acercarse a ella para entablar una amistad. Mencionó que a su regreso a Sinaloa, todo comenzó a ser más complicado para ella:
“Pues él tenía como mañita de estarme diciendo chilanga. Entonces para todo era como de que ‘ah, chilanga’.
Sus comentarios empiezan a subir de tono, ‘es que la chilanga está bien buena’, ‘es que a quién no le va a gustar la chilanga’, ‘chilanga págale, pero quédate en posición lagartijas porque me gusta verte cómo te ves así’, ‘chilanga, ¿ya rompiste el pantalón? Ya ves porque estás bien buena'”.
Karla Narvalles menciona que el teniente hacía ese tipo de comentarios aún cuando había otros mandos observando y ninguno de ellos le llamaba la atención a él o la defendía a ella.
Asegura que muchas personas en la unidad tenían miedo de confrontarlo, debido a que es una persona que “explota” y maltrata a las personas:
“La verdad es que a ese teniente, la mayoría, le tenían miedo, no respeto ni por el grado. Era miedo de que tú le dices algo a ese teniente y ese teniente enseguida explota y te empieza a decir ‘es que eres un pendejo, eres un inútil, no sirves para nada.
O sea, incluso hubo muchos compañeros a los que paró en frente de todos y los empezó a regañar de que ‘no sirves para nada, te gusta andar valiendo verga’, esas eran sus palabras”.
La ex infante de marina dijo que luego de que rechazó un puesto de trabajo con el teniente, su comportamiento hacia ella fue más agresivo, obligándola a hacer tareas de limpieza y a insultarla frente a sus compañeros.
También, habló sobre cómo el teniente le hizo sugerencias sexuales, lo cual fue determinante para que ella tomara acciones contra él:
“En la parte de la de la despensa, es un cuarto en la despensa y él era así, de ‘ya chilanga, vámonos al cuartito’, ‘ya chilanga, vete al cuarto’. No había día que yo no escuchara esa frase todos los días, ‘ya chilanga, vámonos al cortito’, ‘ay, chilanga, es que estás bien buena, ya vámonos al cuartito'”.
Cansada de las insinuaciones, Karla decidió solicitar vacaciones para alejarse de su acosador. Pero al regresar y plantear la idea de retirarse y denunciar a su acosador, las cosas fueron más complicadas.
Señala que la Marina la acusó de desertar, lo cual es un delito, por lo que debía ser enviada a prisión militar. Karla acudió a diversas instituciones de la SEMAR y al Guardia Nacional para exponer su caso, pero en todas nadie la ayudó. Al contrario, la abrumaban con el tema de la deserción.
Hasta la fecha, su acosador no ha sido castigado y ella sigue lidiando con el tema judicial por la deserción. Además, asegura temer por su seguridad y la de su familia, debido a que en la Marina y Guardia Nacional, las personas que no la apoyaron tienen todos sus datos.
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