El país, durante los últimos días, ha reportado un alza significativa en los niveles de violencia prácticamente en todos los estados. Desde ataques directos, levantamientos por parte del crimen organizado, hasta balaceras y asesinatos han sido solo algunos de los saldos que ha dejado la ola de inseguridad.
Si bien esto ha sido en gran parte una respuesta a una serie de decisiones y acciones por parte del Estado hacia grupos focalizados del crimen organizado como por ejemplo, la aprehensión de varios capos del narcotráfico y los carteles, también para muchos evidencia la falta se seguridad en el país.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, se comenzó a hablar de una serie de promesas y agenda pendiente en materia de seguridad. Desde una baja en más de la mitad del porcentaje de crímenes, hasta una posible eliminación total de la violencia nacional eran algunos puntos que se tocaban recurrentemente.
Al paso de los meses, las propuestas del mandatario fueron perdiendo credibilidad ya que las cifras reflejaban totalmente lo contrario a los objetivos de sus tácticas para detener la violencia. Incluso según analistas, la situación se tornó tan crítica que podríamos llegar a considerar a este sexenio como el más ‘sangriento’ de todos los tiempos.
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Esto ha prometido AMLO sobre la seguridad en el país
Bajar los niveles de inseguridad en México es un tema pendiente en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Desde su llegada al poder ha destacado que sería una de sus metas principales y la alcanzaría a mitad de su mandato.
Hoy, a 44 meses de que iniciara como encargado del poder Ejecutivo mexicano, su administración ha roto todos los récords de violencia, de acuerdo con datos del propio Gobierno Federal. Además que muy probablemente pase a la historia como el sexenio más violento en el país.
Entre las promesas que realizó el mandatario y planeaba cumplir antes de pasar a la segunda mitad de su sexenio se encontraban varias con respecto al alto prácticamente inmediato de la violencia, la desaparición de la corrupción, la eliminación de los nexos con el crimen organizado, entre otros.
Estas fueron cinco promesas que hicieron Andrés Manuel López Obrador y Alfonso Durazo, quien estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana entre 2018 y 2021, como un alcanzable para mitades y finales de sexenio:
- Combatir a la corrupción.
- Esclarecimiento en casos de personas desaparecidas y abusos de poder.
- Emprender procesos de pacificación con organizaciones delictivas.
- Reorientar a las fuerzas armadas.
- Creación de la Guardia Nacional.
Sin embargo, a tres años de gobierno, muchas de esas promesas no se han cumplido.
Combatir a la corrupción
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha mantenido un discurso constante sobre la corrupción, al asegurar que ese es el principal problema para el país. No obstante, los datos no muestran un avance significativo.
Si bien se logró pasar del puesto 138 al 124 en el Índice de Percepción de la Corrupción en el arranque de gobierno, los puntajes obtenidos no han variado mucho, ya que hasta el último conteo registró un puntaje de 31 sobre 100 en el ranking, lo que indica que aún México se coloca en las últimas posiciones de los las naciones ‘más corruptas’.
Esclarecimiento en casos de personas desaparecidas y asesinatos
Cuando fue candidato a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador prometió atener el problema de personas desaparecidas.
No obstante, en la administración actual las desapariciones siguen a la alza: 104,390 personas se encuentran como desaparecidas y no localizadas; 35,208 (33%) de estas se han registrado en esta administración. Además, se suma a esto los casos específicos de mujeres desaparecidas y asesinadas.
En agosto de 2018, Alfonso Durazo, propuesto en ese momento como secretario de Seguridad Pública, afirmó que la estrategia de seguridad pública del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador buscaba reducir entre 30 y 50% los homicidios dolosos cuando se cumpliera la primera mitad de la administración. Sin embargo, hoy alcanzamos en promedio 94 muertes violentas al día.
Emprender procesos de pacificación con organizaciones delictivas.
Recientemente se han desatado una serie de narcobloqueos en Jalisco y Guanajuato; esto debido a la captura de algunos jefes del crimen organizado.
Ricardo Ruiz Velazco, alias “El Doble R”, habría provocado una reacción de la organización criminal tras ser capturado por las autoridades el pasado martes. Como consecuencia, miembros del cártel y otras organizaciones criminales salieron a las calles como forma de protesta para exigir al Estado la liberación del jefe.
Si bien la erradicación de los grupos criminales y del narcotráfico ha sido una de las principales metas de la actual administración, esta no se ha cumplido ya que actualmente se están viviendo una serie de ataques y amenazas hacia los individuos y el Estado por parte de estos criminales a fin de mantener el orden y el dominio de las zonas en las que se desplazan.
Reorientar a las fuerzas armadas
Aunque la estrategia de seguridad cambió, pues ahora la prioridad es atender las causas que generan la violencia, el Ejército se mantiene en las calles. Muchos ciudadanos e incluso personajes importantes de la política cuestionan las decisiones de militarizar ciertas zonas del país a raíz de considerarlo como inicio de un posible régimen autoritario por parte de López Obrador.
Esta promesa si bien fue planteada con el fin de otorgarles seguridad y confianza a las y los mexicanos para radicar en un país libre de violencia y crimen, es también incongruente con las primeras declaraciones del mandatario en 2010 quien se pronunció en contra de que se utilizara al Ejercito en tareas de seguridad.
Actualmente se está analizando la eficacia de esta decisión, pero sin duda es una con la que la mayoría está en desacuerdo.
Creación de la Guardia Nacional o integración a organizaciones estatales
Tras la reciente decisión del presidente por integrar a la Guardia Nacional a la Secretaría de Defensa Nacional como parte del proceso de promover la seguridad en el país, muchos se han declarado principalmente en contra.
AMLO aseguró que esto se hacía con las intenciones de generar una fuerza mucho más potente y estructurada que protegiera los intereses y salvaguardara la integridad de los mexicanos ante la ola de violencia, sin embargo, muchos temen que esto se revierta en un efecto contraproducente y comience un Estado falto de autonomía y libertad civil.
Por ejemplo, varias instituciones han mencionado que si bien podría parecer un paso más en la transformación en camino hacia la erradicación de la violencia, esto no necesariamente será así ya que probablemente podría significar más violaciones a los derechos humanos, pero ni así disminuirán los indicadores de inseguridad pública que prevalecen en el país.
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