La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) entregó contratos por 78.8 millones de pesos a una tlapalería de la Ciudad de México para proveer más de 500 mil piezas hidráulicas que se usan para la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en Santa Lucía.
Una investigación realizada por la periodista Isabella González y presentada en el programa de Carlos Loret de Mola, en el canal Latinus, revela que el ejército mexicano ha dado contratos a empresas fantasma y negocios que poco o nada tienen que ver con insumos para la construcción.
El reportaje indica que la Sedena otorgó cinco contratos a una empresa llamada Eficarem, la cual ha mentido respecto al registro de su dirección física durante varios años.
Eficarem ya había recibido dinero del gobierno en 2018, cuando ganó un contrato para la renta de juegos inflables con el municipio de Atempan, en el estado de Puebla.
Sin mayor experiencia comprobable en el ramo de la construcción, Eficarem recibió 5 millones de pesos por parte de la Sedena para alquilarles tractocamiones.
El caso de la tlapalería de los 78.8 mdp y empresas acusadas de desvio
La investigación presentada en Latinus explica que la Defensa Nacional ha entregado 966 contratos a empresas y personas físicas para equipo y servicios en la construcción del aeropuerto de Santa Lucía.
De ese total, el 70% de los contratos fueron adjudicados de manera directa a empresas que incluso cuentan con multas y antecedentes de malas prácticas. Para el otro 30%, informa Latinus, sí se hizo una licitación, pero únicamente se permitió la participación de 3 personas.
Además, se detectó que de las 432 empresas contratadas por la Sedena, únicamente 28 figuran en el Registro Único de Proveedores y Contratistas del Gobierno Federal.
Entre las inconsistencias más notables, se encuentra una tlapalería llamada Casa Soto Montoya, ubicada en la colonia Tacuba, en la alcaldía Miguel Hidalgo, la cual ha recibido contratos por adjudicación directa por 78.8 millones de pesos por la venta de 514 mil 429 piezas de equipo hidráulico.
Los registros también evidencian que la Sedena ha contratado a empresas acusadas de fraude y desvío de dinero público.
Por ejemplo, se señala que Consorcio Constructivo y Arquitectónico de Puebla comenzó a recibir contratos para la construcción del AIFA, tan solo dos semanas después de que el gobierno de Puebla comenzó una investigación en su contra por desviaciones de dinero que suman casi 30 millones de pesos.
Los documentos obtenidos por Isabella González y presentados en su reportaje, muestran que esta empresa había sido contratada para abrir 24 caminos en el municipio de Chinconcuac.
Las autoridades del municipio emitieron un escrito en el que afirmaron que no tenían conocimiento de que se hayan llevado a cabo tales obras en su territorio.
El presidente López Obrador ha dicho en diversas ocasiones que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles es una de las obras de infraestructura pública más importantes en el mundo.
Además, emitió un decreto para que sea la Sedena quien administre las operaciones del AIFA, así como el Tren Maya. Esto, explicó el mandatario en sus conferencias de prensa, para evitar que hay corrupción.
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