Un potencial caso de rabia en un perro callejero enciende las alertas en el estado de Morelos. Las autoridades del municipio Tlaltizapan proceden con mucha cautela para llevar a cabo los exámenes necesarios para confirmar la enfermedad.
Habían pasado 25 años desde el último caso de rabia en Morelos. A nivel nacional, fue en 2006 cuando se confirmó que dos personas habían sido infectados, luego de ser atacados por un perro portador del virus.
La rabia es en extremo peligrosa en perros y humanos. De acuerdo con la Clínica Mayo, una de las instituciones de salud más importantes de Estados Unidos, son pocos los casos documentados en que los pacientes infectados logran sobrevivir.
Contagiarse de rabia es prácticamente una sentencia de muerte tanto en animales como personas. La tasa de mortalidad es de casi 100% y las cifras mundiales estiman que causa al rededor de unas 60 mil defunciones cada año.
El caso del perro de Morelos reúne varios de los elementos de riesgo ante un posible caso de rabia. El animal vivía en la calle, una familia local lo alimentaba de vez en cuando. Repentinamente, su comportamiento comenzó a ser agresivo y a salivar en extremo.
Al ser un animal callejero, hay motivos suficientes para hacer un llamado a la población de Tlaltizapan para vacunar a sus mascotas. No se sabe si hay otros perros incluso otros coyotes, tlacuaches o mapaches contagiados.
Para poder confirmar si el perro capturado tiene rabia, hay que hacer pruebas en laboratorios especializados. El protocolo marca que deben hacerse post mortem. Por lo que el animal posiblemente sea sacrificado.
En 2019, México fue la primera nación en el mundo en obtener el certificado de país libre de rabia. Cada año, se despliegan grandes campañas de vacunación gratuita en animales de compañía para evitar un brote.
Cómo saber si mi perro tiene rabia
A ciencia cierta, no hay ninguna forma de saber si una mascota tiene rabia. Como ya se mencionó, la confirmación de este virus siempre llega después de un análisis en un laboratorio especializado y tras la muerte del animal.
Este virus se trasmite por la saliva del infectado al entrar en contacto con la sangre, generalmente a través de una mordida. Lo que causa en el organismo de los animales es una hinchazón en el cerebro que afecta el comportamiento y algunas funciones del sistema nervioso.
Clínicamente hay tres fases de la rabia en las que se presentan síntomas que pueden servir como señal para identificar un posible caso:
- Fase prodrómica. Puede durar días o meses. El perro comenzará a cambiar su comportamiento, al inicio se puede mostrar sensible, asustado o inquieto. En esta fase la rabia es prácticamente invisible.
- Fase de encefalitis aguda. Aquí comienza la rabia furiosa. El perro se pondrá más agresivo e irritable, la salivación cobra fuerte presencia y se puede formar cierta consistencia de espuma en el hocico.
- Fase de encefalitis rábica. Prácticamente hablamos de los últimos días de vida de los perros infectados. Sufren una parálisis que los llevará a un estado de coma y posteriormente a la muerte.
En humanos, los síntomas pueden permanecer inactivos hasta un año después de haber sido mordidos. Poco a poco, el sujeto infectado comenzará a tener episodios contantes de fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, pérdida del apetito, náuseas y cansancio.
Al cabo de un tiempo, la persona con rabia, señala el portal Kids Healt, empezará a presentar síntomas neurológicos, tales como:
- Irritabilidad o agresividad.
- Agitación o movimientos excesivos.
- Confusión, pensamientos extraños y estrafalarios o alucinaciones.
- Espasmos musculares y posturas inusuales.
- Convulsiones.
- Debilidad o parálisis (cuando una persona no puede mover alguna parte del cuerpo).
- Sensibilidad extrema a las luces brillantes, los sonidos o el tacto.
Si una persona es mordida por un animal sospechoso de rabia, debe ser inyectado lo más pronto posible con un medicamento especial. Si no lo hace, lo más probable es que no haya marcha atrás y eventualmente pierda la vida.
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