El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) alertó a los padres y madres en México sobre los riesgos de que los niños, niñas y adolescentes inviertan gran parte de su tiempo frente a los videojuegos. Se argumentó que dicha práctica vuelve a los jóvenes más violentos y se convierten en blanco fácil para grupos delictivos.
Sin embargo y debido al aumento de crímenes violentos a nivel mundial, principalmente con los tiroteos en numerosos planteles educativos en Estados Unidos; investigadores se han dado a la tarea de contrarrestar la creencia popular de que los videojuegos generan violencia en el mundo real.
Si bien, se ha vuelto un canal para atraer víctimas en distintos círculos criminales, ya que en su mayoría los usuarios de videojuegos hoy en día son los menores de edad; no está directamente relacionado con los hechos violentos ocurridos en todo el mundo.
El Dr. Christopher Ferguson, profesor de psicología en la Universidad de Texas A&M, argumentó que no hay relación entre violencia real y virtual, ni evidencia más allá de los enfoques que se observan a primera vista y que la misma sociedad le da; por lo tanto, no hay relación causa (videojuego) – efecto (violencia).
Existen otros estudios que se han realizado con base en los tiroteos de los últimos años y su relación directa a este medio de entretenimiento. Sin embargo, todo apunta a que la causa es la personalidad y casos psicológicos de los perpetradores en las escuelas.
Estos jóvenes tenían rasgos de psicología bien definidos como enojo, episodios psicóticos, agresión descontrolada, entre otros; que en todos los casos se presentaban mucho antes de cometer los delitos y su origen variaba según los casos.
Tales hechos hacen que aceptar la idea de que jugar un juego de video sea un factor de riesgo para los niños y adolescentes.
Un informe por el Servicio Secreto y el Departamento de Educación de Estados Unidos sobre la violencia escolar selectiva concluyó que más de la mitad de los atacantes (en los tiroteos) demostraron un interés en cualquier medio violento yendo desde los videojuegos hasta los libros, sin embargo, en el mismo informe, se hizo hincapié en que ningún comportamiento en particular, incluido el afecto por la violencia, podría usarse para crear un perfil de un posible tirador.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha financiado diversas investigaciones en el Centro de Salud y Medios del Hospital General de Massachusetts con la finalidad de determinar el impacto de este tipo de juegos en la juventud y aunque los preliminares determinan que un joven puede adoptar tendencias más agresivas después de jugar videojuegos, la violencia se determina más por el entorno de desarrollo del individuo: vida en familia, desarrollo individual, vida escolar y social; ya que en su mayoría los jóvenes estudiados solamente lo vieron como parte de su desarrollo normal y una fuente fidedigna de diversión.
Impacto de los videojuegos en la vida real.
Dicho lo anterior existe una variabilidad enorme dependiendo de la persona, sin embargo, existen tres criterios en los que se puede medir el impacto de los videojuegos:
- Personalidad: esta se refiere a la psicología de la persona (carácter)
- Situación: familiar, social y escolar.
- Motivación: Este varía de acuerdo con la perspectiva del jugador, ya que, de acuerdo con el estudio, la mayoría de los jóvenes ven los videojuegos como un medio de diversión, distracción y hasta de competencia sana, pero aquellos que buscan una motivación negativa pueden encontrarla.
Por lo tanto, La Asociación Americana de Psicología recomienda que los padres cuiden el acceso de sus hijos a todos los medios que contengan violencia en su entorno (todo de acuerdo con su edad), ya que los videojuegos, aunque contengan cierto contenido violento no marcan una línea definitoria en el comportamiento de los jóvenes. Sin embargo, es recomendable poner especial atención en aquellos niños, niñas y adolescentes que por los 3 criterios antes mencionados se vuelvan más vulnerables ante la agresión visual.
La sociedad se vuelve responsable del cuidado de los menores, pero no hay que perder de vista puntos importantes como lo son que de acuerdo con El Índice de Estado de Derecho del World Justice Project del 2020 en donde se exponen a los países más inseguros y violentos, siendo el 1 el de menor violencia y el 128 el de mayor; México ocupa el lugar 89.
Asimismo, en El Índice de Paz Global en donde se evalúan a 163 países del mundo, en donde el número 1 es el país con mejores resultados y de ahí hacia abajo, México ocupa el lugar 140 en la lista del 2021. Descendió dos lugares, ya que en 2020 fue el número 138. Cabe recalcar que en este estudio se toman en cuenta distintos lineamientos entre ellos: Inestabilidad política, Nivel de criminalidad violenta, Nivel de criminalidad percibida en la sociedad, Número de homicidios, Nivel de criminalidad violenta, entre otros.
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