En México ya no hay mucho espacio en los panteones. De acuerdo con el Inegi, de las más de 6 millones de tumbas existentes en el país, solamente el 18.8% están disponibles. Esto hacer que volteemos a ver a la cremación como una opción más práctica y hasta económica para despedir a nuestros difuntos; pero aquí surge otra gran duda ¿y qué hacemos ahora con las cenizas?
Quizá lo más prudente sea buscar un nicho o una gaveta en un panteón civil o privado para guardar las cenizas de un difunto; pero nuevamente el Inegi nos advierte que México cuenta apenas con 130 mil nichos, de los cuales casi el 70% ya están ocupados. En el caso de las gavetas, hay poco más de un millón, con una tasa de ocupación del 64%.
En resumen: nos estamos quedando sin espacio para guardar los restos de nuestros muertos. ¿Puede ser esto todavía más complicado? ¡Por supuesto que sí!
Si tomamos en cuenta que casi el 80% de la población mexicana señala ser de católica, entonces la situación se hace más difícil, ya que la Iglesia también sus reglas respecto a qué hacer con los restos de los difuntos. Si no las conoces, aquí te las explicamos.
Esto dice la Iglesia sobre qué hacer con los muertos
En 2016, el Vaticano, organismo máximo de la religión católica, hizo reformas al Ad resurgendum cum Christo, que básicamente es una guía sobre qué hacer con los cuerpos de los muertos.
Recordemos que uno de los conceptos más distintivos del catolicismo es la reencarnación con la llegada de Cristo. La Biblia es muy clara en este sentido:
“Para resucitar con Cristo, es necesario morir con Cristo, es necesario dejar este cuerpo para ir a morar cerca del Señor”.
En otras palabras, lo que recomienda la Iglesia es que los cuerpos de los difuntos sean sepultados. No es que tengan algo en contra de la cremación, de hecho la respetan mucho, pero el Ad resurgendum cum Christo hace mucho hincapié en que los restos deben permanecer íntegros.
Es cierto que por muchos años la Iglesia católica tuvo un gran conflicto respecto a su postura con las cremaciones; pero con la llegada del Papa Francisco estas restricciones han tenido una revisión y se han relajado.
El Vaticano ya acepta las cremaciones y asegura que esta práctica no toca el alma y, por tanto, no impide que el cuerpo pueda recibir el don de resucitar, cuando llegue el momento indicado. Pero eso sí, hay algunas reglas a seguir.
El Ad resurgendum cum Christo especifica que la cremación debe hacerse únicamente cuando el difunto haya dejado en vida la voluntad de que su cuerpo sea convertido en cenizas.
Además, las cenizas del muerto, menciona el documento, no deben guardarse en la casa de los familiares. Recomiendan depositarlas en un ‘lugar sagrado’, como una Iglesia o un panteón católico.
Mucho menos se permite que las cenizas sean divididas entre diferentes familiares, según sus reglas, deben permanecer en una sola urna.
También prohíben que las cenizas sean esparcidas por el aire o el agua, esto para evitar conductas nihilistas y hasta como medida sanitaria.
Por último y más importante, la Iglesia católica prohíbe transformar las cenizas de los difuntos en otro tipo de artículo, como joyas o recuerdos. Y justo de esto es de lo que hablaremos a continuación.
Cosas que puedes hacer con tus cenizas
Si dentro de tu voluntad está el ser cremado al morir y te gustaría que tus cenizas fueran transformadas o usadas en otros artículos, hay muchas opciones a elegir.
Queda en ti y tu familia ponerse de acuerdo para que sepas qué pasará con tus restos; pero recuerda que en México ya no hay mucho espacio para los muertos; así que puedes ahorrarles desde ahora la decisión de qué hacer contigo.
Si no tienes mucho apego a las normas católicas, estas son algunas opciones sobre qué hacer con tus cenizas:
1.- Esparcirlas
En México no hay alguna regla que impida esparcir las cenizas de un ser querido en el Océano o en algún lugar en particular. Es una tradición muy romántica, sí; pero al final de cuentas es algo delicado por un tema de sanidad.
En la Unión Europea, por ejemplo, sí está penalizado el esparcir las cenizas de un muerto en lugares públicos. Quizá en un futuro esto también sea prohibido en México, pero por ahora no lo es.
2.- Convertirlas en diamante
Este servicio se vuelve cada vez más popular en funerarias de todo el mundo, incluidas las mexicanas. Las cenizas pasan por un proceso de compactación y calentamiento a temperaturas de más de 2 mil grados centígrados.
Lograr que las cenizas de un muerto se transformen en un diamante puede durar hasta dos meses, dependiendo la funeraria, el tamaño y hasta la forma en que se desea el producto.
Eso sí, el servicio es caro y ronda entre los 15 mil y hasta 50 mil pesos; pues algunas funerarias envían las cenizas a Europa para realizar el proceso.
3. Recuerdos/Joyería
A diferencia del punto anterior, aquí entran todo tipo de artículos, como medallas, anillos, brazaletes, pequeñas esculturas, cadenas, etc.
Estos artículos se pueden hacer a medida de la persona que los conservará. Por ejemplo, si mueres, tu hijo o hija pueden recibir un anillo o pulsera de su talla.
También hay algunas empresas que convierten las cenizas en cristales decorativos. Es un proceso mucho más económico que transformarlas en diamante y también se pueden colocar en anillos o cadenas.
4.- Árboles
Esta es una de las últimas modas. Hay pequeños negocios que se dedican a colocar las cenizas en urnas con semillas de diferentes árboles a elegir.
Estas macetas se pueden plantar en un bosque o hasta en el patio de una casa; aunque hay que darles mucho cuidado para que no mueran durante sus primeros años de crecimiento.
Es una interesante idea, siempre y cuando se tenga certeza de que la zona en la que se plantarán no será destruida u ocupada por otras personas en el largo plazo.
La idea se vende como una manera más ecológica de darle fin a la vida de una persona; y sí hay algo de cierto en el concepto, ya que plantar un árbol siempre es bueno y las cenizas sí aportan algunos nutrientes a las raíces.
5.- Mezclarlas con pinturas y hacer un retrato o paisaje
En México no hay mucha información sobre este tipo de procedimientos, pero en Europa sí hay artistas que trabajan con cenizas de difuntos, cuyos familiares buscan que se hagan con ellas algunas obras.
Especialmente se solicitan retratos del difunto o algún paisaje que les recuerde a su familiar. En YouTube hay algunos videos sobre el tema.
También hay casos más extremos en los que familiares han pedido a tatuadores que mezclen las cenizas de sus parientes con tinta. Esto todavía no es muy popular y hay poca información al respecto, así que es mejor evitarlo por el momento.
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