Este sábado 19 de junio se cumplen once años del fallecimiento del escritor Carlos Monsiváis, a quien también se le considera uno de los cronistas de la Ciudad de México.
Ha sido considerado uno de los mejores cronistas del periodismo mexicano y también como un escritor que relató los cambios sociales.
Su primera crónica fue publicada cuando el escritor tenía 16 años y hablaba sobre una marcha en la cual participó contra el golpe de Estado en Guatemala organizado por la CIA. En aquel movimiento estuvo acompañado de los pintores mexicanos Diego Rivera y Frida Kahlo.
La escritora Elena Poniatowska aseguró que gracias a esa marcha “afloró en Monsiváis la capacidad de reseñar y sobre todo analizar cualquier acontecimiento político o cultural que le pusieran en frente”.
Así resumió Monsiváis a México
La revista Harvard Review of Latin America incluyó estas citas en las que Carlos Monsiváis define a México:
“una República gobernada durante 71 años por el mismo partido que mantuvo su autoritarismo a través de logros y, desde hace décadas, del derrumba manifiesto”
“el hábito de la solidaridad entre las clases populares, disminuido pero vivo”
“un árbol totémico de mitologías contradictorias y complementarias del guadalupanismo a las raíces culturales indígenas”
“el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó el país, creó las reglas de juego de la convivencia, permitió avances y creación de infraestructuras, y para cuando se derrumbó (2 de julio de 2000) ya había gustado su eficacia, su poder de convocatoria, su comprensión de lo nacional y su memoria histórica”
“el Partido Acción Nacional (PAN), síntesis adecuada de la derecha mexicana con su intolerancia ante lo excéntrico y los derechos de las mujeres y los gays, su apego a la tradición conservadora”
“la izquierda, representada parcialmente por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), y por el conjunto de Organizaciones No gubernamentales y movilizaciones de la sociedad civil”
¿Por qué se le considera a Carlos Monsiváis el cronista de la ciudad?
Carlos Monsiváis tenía la habilidad de mostrar la transformación histórica del país desde antes que alguien pudiera verlo.
“Sus grandes aportes historiográficos tienen que ver con la historia literaria y la compilación de gran parte de estos cronistas del siglo XIX; además de generar una nueva visión de la cultura en México, recogió esa tradición de valorar lo popular tanto a nivel de crónica como de manifestaciones artísticas, y consolidó su importancia”, dijo la historiadora Emma Yanes, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
A través de sus crónicas retrataba los hechos cotidianos con palabras en las cuales describía desde el ambiente nocturno, a los jóvenes, el ritmo de vida y hasta las organizaciones de la sociedad.
También reflejaba a los habitantes de la ciudad dándoles voz a través de contar hechos específicos pero cotidianos.
Publicó varios libros de crónicas acerca de lugares de la ciudad que remontan a épocas que ya no existen.
Entre los principales están Días de Guardar, Amor perdido, Entrada libre, Escenas de pudor y liviandad, Apocalipstick, Los rituales del caos y El 68, la tradición de la resistencia.
Dentro de sus crónicas, tanto el ambiente como los personajes se centran en la tradición cultural mexicana.
Amor Perdido es una sucesión de crónicas y entre los personajes que se pueden encontrar están los cantantes y compositores, José Alfredo Jiménez y Agustín Lara.
También relata segmentos de las clases populares que existen en México y en ellas existe una crítica.
Otro de los cronistas de la ciudad con el cual se relaciona su estilo es Salvador Novo, a quien dedicó un libro, ambos comparten el tratamiento de temas nacionales con humor haciendo uso de la ironía y la sátira.
A lo largo de los años Carlos Monsiváis narró la transformación de la sociedad mexicana a través de hechos históricos, entre ellos el movimiento estudiantil de 1968 y el terremoto de 1985.
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