Recientemente se hizo viral un video en el que Cristiano Ronaldo rechaza un refresco durante una conferencia de prensa y dice que es mejor tomar agua.
Ante esta reacción el futbolista ha recibido muchas críticas pero también ha dejado claro que solo cuida su salud.
El agua ha sido sustituida por una gran cantidad de refrescos, los cuales al tomarlos por un largo periodo de tiempo ocasionan daños en la salud.
Los refrescos y otras bebidas azucaradas tienen una gran cantidad de azúcar que causan inflamación en la sangre y derivan en el aumento de peso.
Otro de los daños que causa el azúcar es su adicción a ella pues tomarla una vez implica una dependencia en la cual el cuerpo va pidiendo más de esta sustancia, generando así una adicción.
El cuerpo necesita glucosa para funcionar pero no solo los dulces o bebidas azucaradas la proporcionan sino también otros alimentos naturales como las frutas, verduras y la leche.
¿Por qué es mejor tomar agua que refresco?
Los refrescos fueron inventados por los laboratorios como una fórmula para aliviar el dolor de estómago debido a que tienen agua carbonatada.
Las bebidas azucaradas tienen una gran cantidad de azúcar que, en ocasiones, es difícil que el cuerpo humano procese por sí solo.
De ahí que el exceso de edulcorantes afecte la salud al grado de tener una relación directa con los casos de obesidad y problemas cardiovasculares.
Los especialistas han recomendado el agua como la mejor forma de hidratarse, debido a que los refrescos ofrecen una sensación refrescante pero no es nutritiva ni duradera.
Por eso se recomienda beber dos litros de agua diario, debido a que es la cantidad que necesita el cuerpo humano.
Incluso debe tomarse agua aunque no se tenga la sensación de sed pues esos dos litros se van perdiendo a lo largo del día.
La sensación de sed ya es un signo de que el cuerpo se está deshidratando y al sustituir el agua por refresco no se obtiene la cantidad necesaria de líquidos.
Cuando una persona toma refresco continuamente tiene una mayor tendencia al sobrepeso u obesidad que pueden derivar en males crónicos.
De acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) el sobrepeso y obesidad está presente en más del 33% de los niños y jóvenes mexicanos de entre 2 y 18 años.
Por esa razón las organizaciones de salud han pedido que se reduzca el consumo de azúcar añadido o procesado, es decir, todo aquél que no viene de la naturaleza.
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