¿Por qué confiamos en los horóscopos? Si eres Tauro, las personas pueden confiar en ti porque eres cálido y afectuoso; pero si eres Libra, la gente debería tener cuidado contigo, porque eres bastante orgulloso y no te gusta que te contradigan.
¿Quién lo dice? Seguramente un reportero random que llegó tarde a una redacción y como castigo le tocó hacer la carta astral de ese día. Pero entonces ¿por qué su texto aleatorio acertó a tu personalidad? Bueno, realmente no importa que escriba, casi siempre te sentirás identificado.
Los horóscopos aciertan, pero hay una razón
La astrología es una actividad que comúnmente se confunde con una ciencia; pero es más una tradición que lleva existiendo miles de años. Los horóscopos y las predicciones son actualmente sus ‘productos’ más conocidos, porque de cierta manera funcionan.
Y es que la mayor parte de los horóscopos se sustentan en algo que se conoce como sesgo confirmatorio. Que no es más que hacer una selección de la información que nos ayuda a reforzar una idea, sin tomar en cuenta aquellos datos adicionales que puedan refutarla.
Otra característica de los horóscopos es que lanzan muchas ideas generales y predicciones poco especificas a las que las personas fácilmente que confían en ellos y las que no pueden identificarse.
Por ejemplo, la carta astral de un importante periódico de Argentina para Capricornio señala que las personas de este signo zodiacal son sensatos, de pocas palabras, de voluntad fuerte, un poco desconfiados, de mentalidad fuerte, que avanzan lento, pero firmes hacia el éxito, leales, dedicados y tradicionales.
De todas esas características, las personas nacidas bajo ese signo obviamente se identificarán con alguna que sea acorde a su propia percepción de cómo es su personalidad.
Es decir, un sujeto de signo Capricornio quizá no se considera a sí mismo de mentalidad fuerte o tradicional, pero sí leal y dedicado. Entonces descartará todas las características que no le convienen o con las que no se identifica y tomará únicamente las que son de su agrado. Aquí ya hay un sesgo confirmatorio.
El individuo tomó solo las características que le acomodan y ya no hace caso del resto de la información. Entonces, como su horóscopo acertó, en parte, en cómo es su personalidad, entonces lo tomará como cierto.
Con este sesgo confirmatorio, la persona que creyó en su horóscopo caerá en otro concepto psicológico conocido como memoria selectiva. Es decir, únicamente recordará aquello que le importa y olvidará la información que no es de su interés.
En el caso de los horóscopos diarios que dan en la televisión, radio, periódicos o páginas de internet, la persona que confía en ellos solamente recordará la información que se acopla a su personalidad, descartando los puntos que no acertaron en su descripción.
De nuevo hagamos un ejemplo. El mismo sujeto que creyó en la lectura astral de su signo comienza a estar al pendiente de su horóscopo diario y el o la astróloga que consulta señala que los siguientes días los Capricornios deben estar alerta ante una posible traición de un ser cercano, atentos porque una nueva oportunidad se va a presentar, pendientes de una llamada que esperan desde hace tiempo y confiados de que recibirán una buena noticia muy pronto.
Al ser predicciones muy poco especificas, las probabilidades de que el sujeto se pueda identificar con alguna de esas situaciones son extremadamente altas. Y lo mismo aplican para un Capricornio, que para un Tauro o un Leo.
Nuestro sujeto que confía en la predicción del astrólogo, quizá considere que salir temprano del trabajo en viernes sea una buena noticia y entonces recuerda lo que decía su horóscopo y su creencia en ellos se refuerza.
Lo mismo para quienes después de no hablar con su madre en dos días y recibir su llamada crean que es un momento especial o que un compañero de trabajo lo acuse con el jefe y sientan que fueron traicionados.
Nuestro Capricornio del ejemplo traerá a su cabeza únicamente las palabras de su horóscopo que se identifiquen con su situación y descartara todas las otras predicciones que no se cumplieron.
Es decir, su memoria selectiva se activa en el momento en que relaciona los hechos con las frases casi aleatorias del horóscopo que leyó.
A este tipo de casos también se les relaciona con un fenómeno conocido como Efecto Forer, que describe como las personas pueden identificarse con descripciones supuestamente hechas para su personalidad especifica, cuando en realidad se tratan de generalidades muy simples.
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Quiénes redactan los horóscopos
Generalmente, las grandes cadenas de televisión o medios de comunicación suelen tener a un astrólogo reconocido para dar los horóscopos diarios; incluso les dan espacios es noticieros o programas matutinos.
Pero hay casos en los que en publicaciones impresas o medios digitales, quienes escriben los horóscopos son realmente personas que no tienen conocimiento sobre esta tradición o los supuestos métodos para leer los astros.
No es broma. Existen varios testimonios de personas o becarios de medios digitales que relatan las veces en que sus editores los hicieron escribir horóscopos por haber llegado tarde o simplemente porque quien los redacta regularmente no llegó ese día.
En una entrevista con el portal Xataca, uno de estos becarios dijo en entrevista para un artículo relacionado con el tema lo siguiente:
“Era horroroso. Tenías que escribir la predicción de salud, dinero y amor para los doce signos. Treinta y seis parrafitos, cuando llegabas a Piscis ya no sabías ni qué poner. Además lo tenías que escribir al cierre, a las cuatro de la madrugada. Los becarios nos turnábamos para redactarlo cada dos semanas. Era como un castigo, de hecho si había que sancionar a alguien se le ponía a escribir el horóscopo dos ediciones seguidas”.
El blog Strambotic, del portal The Huffigton Post rescata también el testimonio de una mujer que trabaja en la redacción de un periódico español y como encargo tiene la tarea de hacer una parte de los horóscopos, sin tener conocimiento del tema.
La entrevistada de Huffpost señala que ella y sus compañeros tienen libertad de escribir lo que les plazca, siempre y cuando sea positivo. Además, explica, que nunca han recibido una queja o corrección de los horóscopos que dan, debido a que considera que no hay autoridades en el tema:
“No, no hay. Algunos compañeros presentes y del pasado tenían conocimientos en astrología. A veces nos han instado a que no pongamos cosas malas, que la gente quiere leer cosas buenas. Y algún compi se ha molestado en plan “Si Leo ahora mismo está en una mala fase no puedo hacer nada, y no voy a mentir””.
¿Todos los astrólogos y horóscopos son falsos?
De botepronto se puede decir que sí. La astrología no es una ciencia, por más antigua que sea y por más culturas que la hayan practicado.
Entra casi en la misma categoría que la alquimia, es decir, son prácticas cuyos resultados o teorías no siguen por completo el método científico, pero que en otras épocas se tomaban como verdaderas ciencias.
No existe fundamento científico que pruebe que la alineación de los astros influyan de manera directa en la ‘suerte’ o situaciones que le puedan ocurrir a una persona en su día a día.
Se trata más de una tradición basada en la creencia y la superstición de que el Universo emana energías que afectan a la cotidianidad de cada individuo, de acuerdo con su fecha de nacimiento.
Sin embargo, hay muchas personas que estudian de manera seria la astrología y se dedican a ella profesionalmente. Es algo similar a la religión, pues ambas ideas se sustentan principalmente en la fe y la espiritualidad.
¿Qué pasa entonces con los videntes?
Dentro de la astrología actual destaca el caso de los supuestos videntes que aseguran tener premoniciones del futuro, ya sea mediante la lectura de un tarot, el movimiento de las estrellas o incluso por la adivinación.
Pero el ‘truco’ (por llamarlo de alguna manera) se sustenta en suposiciones con un alto margen de coincidencia a situaciones que son muy probables que ocurran. Suena algo complicado, pero aquí van algunos ejemplos:
- Morirá un famoso mexicano que es reconocido a nivel mundial.
- Habrá un fuerte temblor en México.
- Una pareja de famosos se divorciará este año.
- Se suscitará una tragedia que el gobierno querrá encubrir.
De arriba a abajo:
- Es obvio que en algún momento del año un famoso mexicano muera, ya sea por vejez, enfermedad o un accidente.
- En México se reportan casi 50 temblores al día. La probabilidad de que haya uno de gran intensidad es alta, debido a que son fenómenos irregulares y que no se pueden predecir.
- Al año se divorcian más de 100 mil parejas en México y el número va en aumento.
- Cada mes ocurren decenas de abusos policiacos, accidentes causados por negligencia, errores administrativos que derivan en afectaciones directas a la población y miles de casos de corrupción.
Todas estas situaciones son muy generales y por tanto las probabilidades de que ocurran son muy amplias.
Es por ello, que cuando algún vidente se acerca a una de ellas es que la gente olvida todas las que no se cumplieron y toman únicamente la que sí tuvo parecido para darle la razón y aumentar su nivel de credibilidad. De nuevo, su memoria selectiva recuerda lo que le conviene y descarta lo que no.
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