La influencer canadiense Lee McMillan mostraba una vida feliz en sus redes sociales, sin embargo se suicidó con sólo 28 años de edad. La muerte de la joven retoma la discusión que se ha hecho desde hace algunos años sobre la salud mental, la depresión y el uso de redes sociales.
Lee documentaba sus viajes a diferentes partes del mundo a través de su cuenta personal. Pero el pasado 26 de marzo, fue hallada muerta en Santa Bárbara, California.
La joven fue arrollada por un tren luego de haber estado desaparecida un par de días antes. Fue hasta el 29 de marzo que a través de su cuenta personal se dieron más detalles sobre su deceso.
A través de un posteo, se reveló que Lee sufría de depresión y que estaba siendo tratada por este problema.
“Lee era una defensora de la salud mental”, se menciona en la publicación. “Ella era sincera y abierta sobre su lucha. Estaba recibiendo ayuda: de profesionales, de la familia, de amigos. Tenía apoyo a su alrededor. No estaba sola, no estaba tratando de luchar contra esto sola. Y sin embargo, sucumbió a esta terrible enfermedad. Tiene más matices de lo que podemos apreciar o entender”
La joven llegó a tener más de 497 mil seguidores en el canal Max y Lee, mismo que compartía con su exnovio hasta que en 2020 se separaron.
El caso de Lee McMillan no es aislado, las plataformas de redes sociales pueden ser escaparates a través de los cuales se ocultan problemas emocionales como la ansiedad o la depresión. Sin embargo este tema ha sido objeto de estudio desde 2017.
Pandemia aumenta la depresión
El aislamiento derivado de la pandemia de Covid-19 provocó un aumento en la depresión de adolescentes y adultos jóvenes.
La revista científica The Brink publicó los resultados de una encuesta realizada por la Universidad de Boston.
En ella se consultó a casi 33 mil estudiantes universitarios en todo el país. Los numeros revelaron que la prevalencia de la depresión y la ansiedad en los jóvenes sigue aumentando.
Durante los últimos meses la cifra alcanzó sus niveles más altos. Y uno de los factores de estrés fue la pandemia del coronavirus.
La mitad de los estudiantes en el otoño de 2020 dieron positivo en la detección de depresión o ansiedad, reveló la investigadora que dirigió el estudio, Sarah Ketchen Lipson.
La encuesta revela además que el 83 por ciento de los estudiantes dijeron que su salud mental había afectado negativamente su rendimiento académico durante el último mes.
Aunque se ha estudiado la prevalecía de enfermedades como la depresión en los últimos años, esta situación parece haber empeorado en el último año.
La tristeza en redes sociales
En 2019 se detectó una tendencia creciente en la que usuarios mostraban tristeza en redes sociales, o bien, hablaban abiertamente de problemas como ansiedad o depresión.
Aunque en apariencia, había mayor apertura para hablar sobre salud mental, también se detectó una banalización en los problemas emocionales que aquejaban a los jóvenes de entonces.
A grandes rasgos, se encontró que nunca antes se había tenido tanta apertura para hablar sobre salud mental públicamente. Sin embargo, lo que adolescentes mostraron como ansiedad o depresión en realidad no tenía relación con estos padecimientos.
Los usuarios comparten sus sentimientos con la intención de ayudar a normalizar, desestigmatizar y relacionarse con esas luchas. Sin embargo, en este proceso se dejó de lado la distinción entre los sentimientos normales de tristeza. Se usaron indistintamente los términos para diagnosticar trastornos mentales, como ansiedad y depresión.
La tendencia de la cultura de la tristeza en línea puede llevar a autodiagnósticos erróneos y una trivialización inadvertida de enfermedades graves.
En 2017, un estudio de Escuela Internacional en el Líbano rastreó publicaciones de redes Sociales relativas a la salud mental.
“Las personas etiquetan su tristeza como depresión y su nerviosismo como ansiedad cuando los problemas que enfrentan a menudo no reflejan esos problemas psicológicos. Si las personas sanas están convencidas de que están deprimidas, finalmente se identifican con las publicaciones glamorosas de las redes sociales, agravando aún más el fenómeno ”
En 2019, el CDC también cita la estadística que se repite a menudo de que 1 de cada 5 estadounidenses experimentan una enfermedad mental en un año determinado. La Asociación Estadounidense de Psiquiatría también informó un aumento de la ansiedad y la depresión entre personas mayores en los últimos años.
Finalmente, en el posteo publicado a través de la página personal de Lee McMillan se hace un llamado a los usuarios que puedan requerir atención psicológica. Aunque dicha publicación está dirigida a personas de Estados Unidos y Canadá, en México también hay líneas de ayuda y atención a la salud mental.
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