Este martes 13 de abril el Senado de la República aprobó en lo general la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, la cual abre la puerta a la creación de un Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil.
El padrón se trata de una gran base de datos biométricos en la que todos los usuarios de telefonía en el país están obligados a registrarse. De no hacerlo, el chip o la línea será cancelada de manera definitiva.
La reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, impulsada por Morena y aprobada con el apoyo del Partido Verde, PT y PRI, señala que serán las compañías telefónicas las encargadas de recolectar los datos biométricos de más de 100 millones de mexicanos, mientras que el Instituto Federal de Telecomunicaciones tendrá la tarea de resguardarlos.
Organizaciones civiles y expertos en seguridad digital de México y de otros países se ha expresado en contra de la creación Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, ya que la evidencia internacional, aseguran, no ha demostrado que este tipo de acciones sean una medida eficaz para reducir el robo de datos y los delitos derivados de ello.
¿Qué son los datos biométricos?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), los datos biométricos se definen de la siguiente manera:
“Propiedades físicas, fisiológicas, de comportamiento o rasgos de la personalidad, atribuibles a una sola persona y que son medibles”.
El análisis y uso de estos datos tiene mucha historia. Desde mediados de los años 80 se comenzaron a crear aplicaciones basadas en ellos, como el registro dactilar en credenciales, comandos de voz en aparatos electrónicos o desbloquear el celular con el rostro.
Los datos biométricos más comunes en aplicaciones del ramo de telecomunicaciones son:
- Huellas dactilares.
- Iris.
- ADN.
- Rostro (reconocimiento facial).
- Firma electrónica.
- Voz.
El nuevo Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil recién aprobado exigiría al usuario de una línea telefónica o de una tarjeta SIM (el chip que se usa en los celulares) a proporcionar a la compañía ese tipo de datos en un lapso máximo de 30 días o podría ser multado con casi 90 mil pesos.
¿Por qué preocupa la creación de un Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil?
Los senadores que impulsaron la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión indican que el objetivo es reducir los delitos de robo de identidad y phishing, especialmente en plataformas digitales.
“Compañeras y compañeros legisladores, les pido su voto a favor del dictamen, para que podamos disminuir el alto índice de extorsiones y secuestros, cobros de piso y demás delitos que se cometen con estos dispositivos móviles, y que, de verdad, ha causado tantos estragos y dolor a las familias mexicanas. Es por ello que hoy insistimos en la importancia de aprobar este proyecto para el combate de estos delitos y que, de alguna manera, podamos empezar a atacar y a erradicar estos delitos que tanto daño, lastiman y hacen a las familias mexicanas”, mencionó la senadora morenista Lucía Meza Guzmán, quien presentó la iniciativa.
Desde 2020, cuando el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil todavía era apenas una idea, organizaciones civiles consideraron que la medida no obedece a una acción real para reducir los crímenes relacionados con el robo de identidad. Por el contrario, mencionan, es una violación a la privacidad de los usuarios.
Por ejemplo, la organización mexicana R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales, quienes se han mantenido al tanto de la evolución del dictamen, emitió un comunicado en el que señalan que no hay evidencia real de que el almacenamiento de datos biométricos por parte del gobierno ayude a reducir el robo de identidad:
“Es ingenuo pensar que el Padrón impedirá la comisión de delitos, ya que las redes criminales utilizan múltiples técnicas y mecanismos para evadir el uso de teléfonos asociados a su identidad, tales como la suplantación de números telefónicos, la clonación y duplicación de tarjetas SIM, el uso de tarjetas SIM de otras jurisdicciones en las que no existe un registro, la utilización de servicios de voz sobre IP (VoIP), el robo de teléfonos móviles, entre otros”.
Un estudio citado por R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales, llevado a cabo por la Asociación Mundial de Operadores de Telefonía GSMA indica que este tipo de acciones ya se han implementado en otros países del mundo, pero sin alguna clase de éxito.
Al contrario, se menciona que el registro de datos biométricos por parte de las autoridades han llevado a que se cometan diversos casos de abuso en contra de los usuarios.
Asimismo, la representación mexicana de la organización internacional Artículo 19 se posicionó en contra del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil al asegurar que se abren las puertas a problemas que no se contemplan en el dictamen:
“El Registro no previene el crimen. Pero, ¿Qué sí hará? Que sea más fácil que te culpen por un delito que no cometiste, que tus datos terminen en manos equivocadas (como ya ha sucedido) y que las autoridades abusen de tu información personal”.
Los datos biométricos sí pueden ser robados
Desde hace varios años, México se encuentra dentro del top 10 de países con mayor número de casos de robo de identidad y phishing en el mundo. Los casos de filtraciones de base de datos no son un tema extraño.
Desde el padrón del INE, el del IMSS o hasta bases de datos de empresas como BBVA han sido puestos a la venta en el mercado ilegal, dejando a la disposición de grupos criminales y defraudadores la información de millones de mexicanos.
La experiencia en el país y en el mundo, aseguran los expertos, demuestran que los bancos de datos biométricos no son impenetrables. Los contantes hackeos a páginas de empresas multinacionales y hasta de gobiernos han demostrado la vulnerabilidad de la web ante un ataque informático.
En países como Turquía, España, Irak, Estados Unidos o China, los casos de robo de datos biométricos han causado grandes problemas a usuarios y dependencias de seguridad informática.
Recientemente, en China, la información de millones de usuarios quedó expuesta luego de que una base de datos de reconocimiento facial del gobierno fue hackead por terroristas informáticos.
Los datos obtenidos, reportan los medios locales, se utilizaron para emitir miles de facturas falsas, causando un daño de más de 76 millones de dólares, por dos años en que operaron sin que las autoridades los detectaran.
Además de cometer robos de dinero, los terroristas informáticos han hackeado bases de datos biométricos para fines políticos; tal y como sucedió en Turquía en 2017, cuando el Estado Islámico logró acceder a la información de millones de habitantes para crear identificaciones falsas.
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