La colonia Nueva Santa María, ubicada al norte de la Ciudad de México, en la alcaldía Azcapotzalco, es ejemplo de fusión entre lo tradicional y lo moderno. Con 80 años de historia, este lugar es un referente para comprender cómo se desarrolló el crecimiento de la capital mexicana, que en la década de los años 40 comenzó su expansión.
Los terrenos que ocupa actualmente la Nueva Santa Maria son los que formaban parte del Rancho de Camarones. El por qué de este nombre, que sobrevive en una de las avenidas principales de la alcaldía y una estación del Metro, es algo incierto.
La versión más conocida es que el Rancho de Camarones se llamó así porque en los riachuelos que corrían por esos terrenos abundaba una especie llamada acocil, conocidos popularmente como ‘camarones de río’.
Sin embargo, María Elena Solórzano, quien es una de las cronistas más reconocidas de Azcapotzalco, escribe en su libro ‘Clavería Centenaria‘, que el Rancho de Camarones, donde hoy se asienta la Nueva Santa María, ya tenía ese nombre desde mucho antes:
“Esos canales estaban a los lados de lo que ahora es la calzada de Cuitláhuac, Camarones también era una calzada con zanjas a los lados y corría agua en ambos lados. Mucha gente piensa que se llama así, porque allí había camaroncillos o acociles, pero no, se llama así porque había un rancho que se llamaba Camarones. Pero en los cuarenta no eran calzadas, eran puras zanjas para el riego, ni había casas, ni nada, ni la calzada de Mariano Escobedo”.
En esta foto de 1946 de #Azcapotzalco se puede ver la glorieta de Camarones (y que efectivamente existía una glorieta), así como los primeros trazos de Claveria pic.twitter.com/KArdRBmrlU
— vidal llerenas (@vidallerenas) September 11, 2020
Nacimiento de la Nueva Santa María
Algo distintivo de esta colonia de Azcapotzalco es que su trazo es uno de los mejores de la Ciudad de México. Sus calles y avenidas fueron planeadas a como están ahora desde inicio del proyecto, en la década de los 40. Para ese entonces, el centro de la capital estaba ya sobrepoblado y no había espacio para nuevos desarrollos.
Hasta ese momento, Azcapotzalco, se mantenía un tanto alejada del crecimiento de la capital. En una entrevista publicada en Datanoticias en 2020, el alcalde Vidal Llerenas Morales explicó que esta separación permitió distinguir a la comunidad chintolola en el norte de la CDMX:
“Por GAM siempre era la Basílica y ya, no había otro tipo de lugares con esta identidad, con una propia historia y una cultura. Aquí en Azcapotzalco sí es posible contar toda una historia con características muy peculiares dentro de toda la CDMX”.
Al ser una zona alejada del caos del centro de la CDMX y con una tradición ya afianzada, Azcapotzalco generó mucho interés en las compañías dedicadas a los fraccionamientos inmobiliarios. Los terrenos del Rancho Camarones eran ideales para comenzar un nuevo desarrollo, ya que eran amplios, con buen clima y abundante vegetación. Además, se podían construir o mejorar vialidades que conectaban con la ciudad.
El concepto de la Nueva Santa María no difería tanto de otros proyectos habitaciones de la época, en esos años también se dio la creación de colonias como Del Valle, Roma, Anzures, Lomas de Chapultepec, que mantenían la idea de una ‘ciudad jardín‘, con grandes glorietas y parques centrales que además servían como punto de partida de las calles y cuadras recién trazadas.
El estilo arquitectónico en el que se basó la primera etapa de construcción de la Nueva Santa María fue el colonial californiano, el cual gozaba de mucha popularidad en desarrollos de lujo como Polanco, las Lomas, la Condesa o la Guadalupe Inn.
Al tratarse de una ‘ciudad jardín’, el centro la Nueva Santa María debía tener una gran área verde que fuera el punto de reunión y esparcimiento de los vecinos. Por tanto, se construyó el Parque Revolución, que cuenta con espacios para caminar, hacer ejercicio y para realizar actividades culturales.
La gran vista, planeación y proyección a futuro de la Nueva Santa María hizo que, en menos de 10 años desde su inauguración, fuera un éxito de ventas y la mayoría de lotes se vendieron, colocándola desde entonces como uno de los mejores lugares para vivir en la CDMX.
Una colonia llena de cultura y tradición
Las calles, nombradas como frutos y flores, han sido escenario de programas de televisión y películas que buscan reflejar un ambiente de tradición y lujo. El alcalde Vidal Llerenas Morales señaló en una entrevista al portal Filmeweb que la Nueva Santa María, y otras colonias de Azcapotzalco, son recurrentes en las pantallas por estas características:
“Hay varias colonias dentro de la alcaldía que son muy bonitas y que tienen todos los elementos para ser tomadas en cuenta para este tipo de producciones; como por ejemplo Clavería, San Álvaro y la Nueva Santa María, donde incluso se grabaron algunos capítulos de ‘La casa de las flores’, lo cual ayudó para mostrar parte de lo que tenemos en Azcapotzalco”.
Varanasi es un restaurante de comida de la India frente al mercado de la Nueva Santa María, ojalá puedan ir, muy bueno pic.twitter.com/b28K75x5GS
— vidal llerenas (@vidallerenas) April 30, 2019
Otro elemento destacable de la Nueva Santa María es su profunda conexión con la cultura. Antes de la pandemia de Covid 19, en el Parque Revolución había mucha actividad recreativa llevada a cabo por los propios vecinos. También hay que hacer mención a lugares emblemáticos como el ‘Minicheista‘, que son espacios en donde convergen distintas corrientes artísticas.
Si nos remontamos unos 50 o 60 años atrás, podemos encontrar que la Nueva Santa María fue importante para el crecimiento de la escena rock en la capital. Uno de los grupos más destacados es ‘Martha y los Ventura’, que entre 1960 y 1970 fueron pioneros de las ‘tardeadas’ que sirvieron de cuna para otras bandas:
“La colonia Nueva Santa María donde vivía, era semillero de rocanroleros. Organizábamos fiestas y tardeadas -por lo regular en las preparatorias-, para recaudar fondos destinados a la compra de instrumentos musicales. A veces conseguíamos que fuera algún grupo de nombre para jalar más gente”, mencionó Martha Valle, vocalista del grupo en una entrevista para un portal sobre rock mexicano.
Un distintivo más de esta colonia es el helado. Entre Clavelinas y Av. De Los Maestros, se ubica una de las primeras sucursales de la ‘Michoacana’. Este lugar, muy cerca del Parque Revolución, es un símbolo de Azcapotzalco y la Nueva Santa María.
Con 69 años de antigüedad, este local es uno de los preferidos para comer helado en la CDMX. Sobresale de otras sucursales de la marca por el buen control de calidad, sabor, atención al cliente y porque innovaron en muchos de sus productos. Un aspecto que agrada de esta ‘Michoacana’ es que siempre recibirás una buena porción.
Si quieres conocer más sobre la historia de Azcapotzalco y la Ciudad de México, te dejamos los siguientes videos y notas relacionadas.
Restaurantes que debes visitar en Azcapotzalco
La Época de Oro del Cine Mexicano comenzó en Azcapotzalco