La pandemia de Covid 19 generó incertidumbre ante las medidas para prevenir contagios. Se recomienda permanecer en casa, usar cubrebocas al salir, evitar el contacto físico… ¿y la careta médica? De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) su único uso no funciona.
El doctor Alejandro Macías Hernández, infectólogo de la UNAM, explicó que el uso de la careta siempre debe estar acompañado de mascarillas. Ya que las caretas no protegen de los aerosoles, “su uso debe ser adicional al cubrebocas y no en lugar de este”.
Sin embargo, no todos los cubrebocas podrán proteger del coronavirus. De acuerdo con el doctor Macías Hernández, los cubrebocas de uso médico llamados KN 95 no deberían de usarse entre la comunidad. Es mejor el uso de los caseros hechos de tela. Mientras que los ojos se pueden cubrir con lentes industriales, mejor opción que la careta.
“A diferencia de lo que se pensaba en un principio, de que el virus se transmitía tocándose a través de ojos y boca, hoy se sabe que es de bajo riesgo. Esto no quiere decir que no mantengamos el lavado de manos recurrente y evitar tocarse la cara”, explicó el infectólogo de la UNAM.
No sustituye al cubrebocas
Según un artículo de opinión de JAMA, revista de la Asociación Médica Estadounidense, estas las caretas si tiene algunos beneficios. Por ejemplo, puede reducir la exposición total a las gotas expulsadas por la tos y los aerosoles en un 96% a una distancia de 46 cm.
Pero con los aerosoles más pequeños su efectividad sólo es el 68%, y se reduce hasta un 23% en los 30 minutos siguientes a estar en exposición de gotas. Julian Tang, profesor del departamento de Ciencias Respiratorias de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, también concuerda que las caretas son efectivas pero no pueden sustituir al cubrebocas.
Incluso, ni la sana distancia puede resultar tan efectiva. Una investigación del British Medical Journal (BMJ) retomada por el periódico estadounidense The Washington Post reveló que expertos en salud pública evalúan la utilidad de la separación ante la evidencia de contagios y rebrotes por Covid 19. La cual supera lo seis pies, es decir 1.82 metros.
“Creo que seis pies (casi dos metros) es un buen número, pero debemos transmitir que este es un punto de partida. Más de seis pies no significa que haya riesgo cero“, explicó Linsey Marr , profesora de ingeniería civil y ambiental de Virginia Tech.
Para que la sana distancia evite el riesgo de contagios, el BMJ enumeró una lista de factores que influyen en la dispersión de Covid 19: la circulación del aire, la ventilación, el tiempo de exposición, la densidad de la multitud, si las personas usan cubrebocas y si están en silencio, hablando, gritando o cantando. Todo esto debe evaluarse para determinar el distanciamiento, explican los expertos.
Sin embargo, otros expertos señalan que los protocolos de mantener una distancia más de un metro y medio son demasiado rígidos. Ya que se basan en “ciencia anticuada y en observaciones de diferentes virus”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades definen el distanciamiento social como “por lo menos seis pies de otras personas que no son de su hogar en espacios interiores y exteriores”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado al menos un metro. Y algunos países de Europa establecen distancias sociales en metro y medio o dos.
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