Este 29 de junio se cumplen 120 años del nacimiento de Antoine de Saint-Exupéry, escritor del libro El Principito, y quien también era aviador. En el cuento aparece una rosa protegida con una caja de cristal.
La imagen de esta flor fue inspirada por su esposa: Consuelo Suncín-Sandoval, con quien se casó en 1931. Incluso ella escribió en 1945, un año después de la muerte del escritor, “Memorias de la rosa”, un manuscrito que habla sobre la relación que tuvo con Antoine de Saint-Exupéry.
Pero fue encontrado hasta años después de su muerte en 1979 y publicado en el año 2000. Consuelo Suncín nació en El Salvador, en 1901. Se dedicaba a pintar y a escribir poesía.
Su familia tenía cafetales en El Salvador. Estudió en San Francisco, la Ciudad de México y Francia.
En una ocasión llegó a la oficina de José Vasconcelos, quien era ministro de educación en ese entonces, para pedirle trabajo. Tuvieron un romance y Vasconcelos la llevó a París, donde Consuelo conoció a un escritor guatemalteco de quien se enamoró.
Se casaron pero quedó viuda tiempo después. Viajó a Buenos Aires para administrar las propiedades de su difunto esposo.
Fue entonces cuando, en 1930, conoció al piloto y autor de El Principito. Antoine de Saint-Exupéry era aristócrata y a pesar de los rechazos de su familia se casó con ella.
Desde entonces fue su musa y lo ayudó a desarrollarse como escritor. “Sabes que la rosa eres tú, quizá no haya sabido cuidarte pero siempre te he encontrado bonita”, le escribía.
“La rosa es Consuelo. Los tres volcanes son los volcanes de El Salvador. Los baobabs son las ceibas a la entrada del pueblo de Armenia, en El Salvador. La rosa que tose es Consuelo, que sufre de asma, que es frágil y por eso está protegida bajo una campana de cristal”, aseguró la biógrafa de Consuelo, Marie-Helene Carbonel. Asegura que “El Principito” se quiso representar como un cuento para niños, pero en realidad Antoine lo escribió para pedir perdón a Consuelo.
“Consuelo era una seductora. No sólo era una mujer bonita y menuda que encantaba a los hombres; también podía hablar con ellos. Para mí es una mujer muy interesante y de gran valor. No es una casualidad que interesó a tantos hombres inteligentes e importantes”, agrega su biógrafa.
Hay quienes piensan que las obras poéticas y los pensamientos de Consuelo quedaron opacados por la fama que adquirió su esposo. Y es hasta ahora que empieza a darse conocer la historia de la mujer que inspiró El Principito.
Antoine de Saint-Exupéry murió durante la Segunda Guerra Mundial, dejando a Consuelo a cargo de su obra. El Principito fue publicado por primera vez en 1943 en Estados Unidos por la editorial estadounidense Reynal & Hitchcock.
Tres años más tarde fue lanzado por la editorial Gallimard, en Francia, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial. La obra es similar a un accidente aéreo que sufrió el autor en 1935 en el desierto del Sahara.
Algunos críticos creen que El Principito es una alegoría de la vida de Saint-Exupéry, de sus incertidumbres y búsqueda de paz interior.
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