Con el fin de contener la cantidad de contagios en el país, el gobierno mexicano declaró que a partir de mañana comienza la inmovilización masiva de toda la ciudadanía.
“Es nuestra última oportunidad“, dijo el Subsecretario de Salud Hugo López-Gatell durante conferencia de prensa. “Estamos en un aumento acelerado exponencial de casos. Desde la segunda semana de marzo existe un crecimiento diario. Todavía tenemos la oportunidad de frenar, más no de eliminar, este virus”.
Explicó que si bien, es imposible acabar con el COVID-19, se busca que la fase 3 llegue con la menor afectación posible para evitar la saturación del sistema de salud. Esto permitiría que alcancen las camas y el equipo para atender a los enfermos que lleguen graves a los hospitales.
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En la conferencia, también se pidió que empresas se sumen a las medidas de prevención que representa el aislamiento. El gobierno suspenderá todas las actividades excepto las indispensables para vivir como agua, alimentos, servicios de energía y limpia.
“Todos debemos hacerlo al mismo tiempo. Si no te quedas en casa, lo que va a resultar es que en las próximas semanas vamos a tener demasiados casos para atenderlos a todos y va a llevar a desenlaces sumamente indeseables”, dijo el Subsecretario.
De acuerdo con monitoreos de lugares públicos, sólo se ha logrado la reducción de gente en un 30%. “A pesar de ellos vemos que la gente todavía anda en la calle. Si llegamos a tener demasiados casos ya no se puede parar la epidemia. Es ahora“, informó López-Gatell.
Sin embargo, aún el gobierno federal no toma la decisión llegar a toques de queda y solicitar el apoyo de las Fuerzas Armadas para evitar la salga de la gente como ocurre en países como España o Italia.
Hasta el momento, los adultos jóvenes en edad productiva son quienes más han sido afectados, pero hay un incremento en los mayores de 65 años. Por ahora, hay 16 muertos, 86% de ellos son hombres, la mayoría de ellos con obesidad, diabetes o tabaquismo. El 70% de esos fallecidos son adultos mayores.
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