Todos tenemos un conocido que fuma. O nosotros somos ese conocido. El tabaco es la segunda droga más consumida en el mundo. En el caso de México, hay más de 15.6 millones de fumadores. Pero diariamente mueren 165 por causas relacionadas al tabaquismo, y muy pocos intentan dejar de fumar.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, la población activa más vulnerable son jóvenes. En promedio, el consumo inicia a los 13 años.
La mayoría de los fumadores ha intentado dejar de fumar. No es un proceso fácil. Algunas personas lo dejan y vuelven; otras desisten desde el primer intento, y muchas ni siquiera lo planean.
Pero antes de desistir, revisa estos cinco consejos que te ayudarán a dejar de fumar.
1. No lo intentes de golpe
No existe una manera correcta para dejar de fumar. Pero cuando el cigarro es parte de la vida cotidiana, dejarlo de golpe no es opción. Además, intentarlo de esta manera sólo puede aumentar los síntomas de abstinencia como:
– Deseo intenso de nicotina.
– Ansiedad, inquietud o impaciencia
– Dificultad para concentrarse
– Somnolencia o problemas para dormir
– Dolor de cabeza
– Incremento del apetito y aumento de peso
Así que puedes empezar por no fumar la misma cantidad que acostumbras, e ir disminuyendo hasta dejarlo. Aunque recuerda: no hay una manera correcta de dejar de fumar. Escucha tu cuerpo.
El parche es uno de los medicamentos de reemplazo de nicotina.
2. ¿Funcionan los medicamentos contra la nicotina?
Los medicamentos de reemplazo de nicotina ayudarán a minimizar los síntomas de abstinencia y los antojos cuando se intenta dejar de fumar, de acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Pero no todos los medicamentos para dejar de fumar son iguales. La FDA establece que están disponibles como inhalador, nebulizador nasal, parche, chicle o caramelo. Y aunque varios de estos productos tienen venta libre, es recomendado que contacte a un médico para saber cuál es el indicado.
Encontrar el adecuado puede depender de factores como el uso, el tiempo y el cuerpo del fumador, según el caso.
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3. Puedes masticar chicle, pero no cualquier chicle
Una de las alternativas más conocidas para dejar de fumar es el chicle. Esto puede ayudar a la sensación de tener un cigarro en la boca, pero no ayudará como los chicles de nicotina.
Tal como se menciona en el punto anterior, éste funciona como una terapia de reemplazo. El chicle también contiene pequeñas porciones de nicotina que ayudará a la abstinencia. Es decir, la sustancia que genera adicción, pero en realidad no es perjudicial como el resto de los componentes del tabaco.
El chicle de nicotina se mastica hasta que tenga un sabor intenso. Cuando el sabor comienza a disminuir, debes colocarlo entre la mejilla y las encías.
4. Revisa tus hábitos
Dejar de fumar representa un cambio en todo el estilo de vida. Uno de los hábitos es el alimenticio. Puedes consumir comidas pequeñas o refrigerios de forma frecuente.
Come apio, mastica caramelos sin azúcar, chupa una rama de canela o sustituye el café y el refresco por jugos naturales y licuados.
También servirá hacer ejercicio. No es necesario empezar el gimnasio o salir a correr todas las mañanas, pero el tiempo invertido a un cigarro puede utilizarse en caminar, andar en bicicleta o levantarse de la silla del trabajo donde posiblemente has pasado mucho tiempo.
El revisar hábitos también incluye mantenerse lo más alejado de “la tentación”. Considera no estar en espacios donde esté permitido fumar.
5. Apóyate de las sensaciones
Finalmente, si lo que extrañas es la sensación de tener un cigarro en la mano o la boca puedes apoyarte de pequeños objetos.
Para las manos se recomienda lápiz, clic, monedas, caninas. Mientras que en la boca, hay personas que deciden utilizar palillos de dientes, palos de canela, paletas o popotes.
Recuerda que no hay una forma correcta para dejar de fumar, pero podrás lograrlo apoyándote en pequeños objetos, alimentos e incluso, medicamentos. Si lo has intentado en ocasiones anteriores, no lo veas como intentos fallidos, son aprendizajes para encontrar tu propio método.
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