Jair “N”, de apenas un mes de nacido, se encuentra en un hospital de Nuevo León, luego de que sufrió diversas quemaduras causadas por pirotecnia mientras su madre lo alimentaba.
El accidente ocurrió el 16 de diciembre, en la colonia Real de San José, del municipio de Juárez. La madre del niño, Xiomara de 20 años de edad, se encontraba en una mecedora en el pórtico de su casa amamantando al pequeño Jair cuando un cohetón cayó del cielo.
La joven señaló a las autoridades que el cohete llegó directamente al pecho del bebé y ahí explotó, quemándole la ropa y con graves heridas en el cuello.
Vecinos de la colonia ayudaron a Xiomara y a su esposo Miguel Ángel para llevar al niño al hospital 21 del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde fue recibido en Urgencias y puesto en tratamiento intensivo.
Ni la familia de Jair, ni los habitantes de Real de San José o la policía local saben de donde provino el cohete, ni tampoco sobre el responsable de lanzarlo.
Los médicos que atienden al niño señalaron a medios de comunicación que no están seguros si a largo plazo Jari necesitará de cirugía reconstructiva, debido a lo pequeño que aún es su cuerpo.
Pero enfatizaron que lo importante ahora es tratar todas las zonas quemadas para evitar complicaciones en su recuperación.
A raíz de este incidente, algunos municipios de Nuevo León han prohibido la venta de pirotecnia, pero aún es común que la gente queme cohetes, pues los consiguen de forma clandestina.
Este caso no es el único que se ha presentado en los últimos días respecto a accidentes ocasionados por fuegos artificiales en las últimas semanas.
El pasado 11 de noviembre dos personas sufrieron graves daños cuando estalló una docena de cohetes durante un festejo en una iglesia de Morelia.
10 días antes, en Xochimilco, tres adultos y cinco niños también resultaron dañados cuando un cargamento de pirotecnia explotó en medio de una fiesta patronal en un panteón.
Otro incidente relacionado es el fallecimiento de una perrita de nombre Maggi que no soportó el ruido de las explosiones de cohetes en Argentina y murió en brazos de su dueña.
Algo similar pasó en Jalisco, donde un perro chihuahua llamado Ramón quedó en shok cuando un espectáculo de pirotecnia se llevó a cabo en la ciudad de Tonalá.
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