Una publicación realizada por el periódico El Universal narra el caso de Arturo, un hombre que por defender a su hija en la calle de acosadores terminó siendo asesinado.
El homicidio sucedió el fin de semana, cuando Andrea salió de su casa para comprar unas alitas, en su camino se encontró con seis sujetos, presuntos integrantes de una banda delictiva denominada “Los Benítez”.
La mujer caminaba sola por la calle, los hombres la comenzaron a acosar. Ante esto ella decidió regresar a su casa y contar lo sucedido a su padre.
Esta situación hizo que Arturo se molestara y salió para encarar a los agresores de su hija. Comenzaron a golpearse, pero en ese momento dos de los hombres sacaron sus armas y dispararon contra el señor.
Al escuchar las detonaciones, la familia de Arturo salió para ver que sucedía y llegando a la avenida 7 y calle 35 encontraron al individuo muerto.
En el lugar donde quedó el cadáver llegaron policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, quienes lograron detener a los agresores y se encontraron al menos dos casquillos, uno de un arma 9mm y otro calibre .223.
El caso sigue siendo investigado para esclarecer quienes mataron al hombre.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el acoso sexual es “cualquier comportamiento físico o verbal, de naturaleza sexual, que tiene el propósito de atentar contra la dignidad de una persona”.
Las acciones que constituyen el acoso sexual se dividen en tres puntos:
- Físico: se refiere a tocamientos, pellizcos, caricias, acercamientos innecesarios, besos u otra acción con la que la persona se sienta agredida sexualmente.
- Verbal: comentarios o preguntas sobre el aspecto de la persona, llamadas ofensivas, bromas sugestivas, peticiones insistentes para salir, insultos o cualquier frase de naturaleza sexual.
No verbales: silbidos, gestos de connotación sexual, presentación de objetos pornográficos, miradas lascivas, uso de mensajes, redes sociales u otros medios para buscar un fin sexual, entre otros.