Julián Levarón, quien ha sido activista en contra de la violencia y la inseguridad en México nuevamente fue alcanzado por la tragedia, luego de que en ataque mataron a nueve de sus familiares, tres mujeres y seis niños.
Pero esta no es la primera tragedia que sufre la comunidad LeBaron, durante el sexenio de Calderón tres de sus integrantes fueron secuestrados y dos de ellos murieron a manos de sus captores. Los LeBarón pidieron ayuda durante tres sexenios, el de Felipe Calderón, el de Enrique Peña Nieto y el actual, de Andrés Manuel López Obrador, para que mayor seguridad a su comunidad.
En 2009 Erick LeBarón, de 17 años, fue secuestrado por un grupo del crimen organizado. Los captores pedían 9 millones de pesos para liberarlo, sin embargo, la familia anunció publicamente que no accederían a las demandas y que recurrirían a la ley en un intento de erradicar la violencia.
Erick fue liberado sin que se pagara el rescate, sin embargo las autoridades encontraron al menos 25 personas relacionadas con el secuestro por lo que en represalia, Benjamin LeBaron, hermano de Erick y Luis Widmar, amigo de Julián también fueron secuestrados y asesinados. Afuera de la casa de Julián apareció una manta en la que se explicaba que el crímen había sido como respuesta de su activismo.
Las investigaciones arrojaron que uno de los secuestradores era policía.
A partir de estos eventos, Julián se convirtió en activista contra la delincuencia y el crimen organizado, más tarde se unió a la Caravana por la Paz, la Justicia y la Dignidad encabeza por el poeta Javier Sicilia. Como parte del movimiento recorrió el país, su objetivo era dar voz a las víctimas del crímen organizado.
La comunidad pretendía crear una guardia civil para defenderse de los ataques del crímen organizado. Por lo cual el entonces gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, reconoció que la comunidad LeBarón se estaba armando para defenderse.
En 2010, escribió una carta en el Dallas Times dirigida para Felipe Calderón, como respuesta a la declaración del expresidente quien afirmó que no tenía suficientes personas para atender la”Guerra contra el Narcotráfico”
“Mi respuesta es Yo amo a mi país, Señor. aquí en Chihuahua hay muchos hombres, usted puede contarlos”
También explicaba el acoso que sufrió como resultado a su activismo, incluso fue golpeado y amenazado por integranates de cárteles locales quienes también intimidaron a su esposa e hijos.
La familia LeBaron es una comunidad mormona que está asentada en el noroeste de Chihuahua desde 1942 y tiene un importante papel en la economía del estado pues se dedican a la producción de nueces. La mayoría de sus miembros hablan inglés como lengua materna.