Si creías que era momento de conservar la dieta o en el mayor de los casos comenzarla, pues no es así ya que a la CDMX llega la cuarta edición del Festival de café, chocolate y pan de muerto.
En este evento podrás encontrar más de 50 variedades de pan de muerto como de pulque de Hidalgo, Morelos y Oaxaca, los rellenos de queso con zarzamora, arroz con leche o crema pastelera, también de helados de distintos sabores, mermeladas y obviamente los clásicos escarchados con azúcar o ajonjolí.
También habrá chocolate en tablilla, polvo o preparado, proveniente principalmente de Oaxaca y Chiapas. Y si se te antoja mejor, puedes escoger tomar café.
Además de comida, por ser un evento familiar, se desarrollarán talleres para niños de creación de máscaras, decoración de galletas, creación de calaveritas, entre otros.
Este festival tendrá lugar los días 2 y 3 de noviembre en el Deportivo del SME, ubicado en Calzada del Hueso 380, Los Girasoles, Coapa en la alcaldía Coyoacán.
El horario es de 10 a 22 horas y la entrada es gratuita.
Hay diversas historias sobre el origen del pan de muerto, una se remonta a la época prehispánica con los sacrificios humanos y la llegada de los españoles a la Nueva España (ahora México).
Se cuenta que era un ritual de los ancestros mexicanos, antes de la Conquista, ofrecer en sacrificio el corazón latente de una princesa, el cual se introducía en una olla con amaranto y después quien encabezada el rito mordía este órgano vital en señal de agradecimiento.
Los españoles rechazaron esta práctica por lo que se dieron a la tarea de crear un pan en forma de corazón y bañarlo en azúcar pintada de rojo a modo de simular la sangre.
Así nació este delicioso pan que es un reflejo de la fusión de dos mundos: el prehispánico y el español.
La simbología que se le dio al pan de muerto es: su forma circular representa el ciclo de la vida y la muerte. En el centro que hay un circulo elevado hace alusión al cráneo, las cuatro canelillas son los huesos y también las lágrimas derramadas por los que ya no están.
Éstas están colocadas en forma de cruz simbolizando los cuatro puntos cardinales consagrados a distintos dioses: Quetzalcóatl, Tláloc, Xipetotec y Tezcatlipoca.