La milerania ciudad de Hasankeyf se encuentra a las orillas del río Tigris. Es una zona arqueológica que alberga iglesias, tumbas y monumentos. Se trata de una joya de la humanidad, pero pronto será destruida.
En esa zona se pretende construir una planta hidroeléctrica, aunque eso implicará la pérdida de patrimonio de la humanidad.
Pobladores de zonas cercanas han presentado iniciativas para salvar la ciudad, incluso con apoyo de especialistas han afirmado que promover el turismo a esta región podría traer beneficios mayores que la planta eléctrica.
También solicitaron al primer ministro registrar esta zona como patrimonio de la humanidad ante la Unesco, pero no recibieron respuesta.
El gobierno turco ha dado a los residentes de zonas cercanas hasta el 8 de octubre para evacuar.
En un intento por detener el proyecto, se presentó el caso ante la corte europea de derechos humanos con el argumento de que la nueva planta dañaría el patrimonio cultural del país, pero la petición no tuvo éxito.
También advierten sobre daños que habrá al medio ambiente, la biodiversidad se afectará negativamente y numerosas especies vulnerables y en peligro estarán más amenazadas por la construcción de la presa.
Ridvan Ayhan, un hombreque nació en una de las cuevas de Hasankeyf, dijo en entrevista para The Guardian que este es un acto bárbaro.
“Hemos pedido que el área sea un museo al aire libre, pero el gobierno no lo acepta”, comentó el activista.
Además explicó que se han encontrado restos humanos con miles de años de antigüedad debajo de la iglesia.
“El gobierno ni siquiera respeta a los muertos”, dijo Ayhan.