Este jueves, la madre y el padrastro de Lupita, “la niña de las calcetitas rojas” recibieron una sentencia por asesinar a la menor de cuatro años y luego abandonar su cuerpo en el municipio Nezahualcóyotl en 2017.
La pena que les fue impuesta a Yadira Medina y Pablo Rodríguez es de 88 años en prisión y multas de 449 mil 115 pesos.
En México, tres millones de niños sufren violencia y este crimen no siempre se castiga. Si el mismo crimen de la niña de calcetitas rojas hubiera sido cometido en otro lugares del mundo, la condena habría sido más fuerte.
Argentina dio cadena perpetua en un caso similar, de un padre que mató a su hija de dos años de edad en la provincia de Neuquén. La niña recibió una golpiza tal que la mantuvo en terapia intensiva por un par de días, y luego falleció. El país latinoamericano fija una pena de 25 años de prisión en el caso de filicidio al que se pueden sumar otras agravantes.
En Reino Unido, William Billingham, un hombre de 54 años que apuñaló a su hija de ocho años en varias ocasiones con un cuchillo de cocina, recibió una sentencia condenatoria de por vida.
Australia dio cadena perpetua a Petrit Lekaj, un hombre que fue encontrado culpable de matar a su hija de 20 años a unos metros de su hogar.
Un hombre en Singapur ahorcó a su hija de cuatro años de edad y luego intentó hacerlo con su esposa embarazada. Por este homicidio el hombre ahora enfrenta la pena de muerte, pues el país asiático ha intensificado sus condenas por crímenes en los últimos años.
En Brasil, un niño fue castrado, decapitado y descuartizado por su madre la pareja de la misma, al final, la condena que tendrán que purgar ambas mujeres es de 57 años.
Una mujer llamada Yenifer Garabán encubrió la muerte y violación de su hija de 3 años, que fue causada por su esposo. La mujer recibió la pena máxima de 30 años que se aplica en dicho país.
En España, el caso de José Bretón, un hombre que mató a sus dos hijos Ruth y José y luego fingió que habían sido secuestrado en un parque, tuvo un desenlace en el que el padre fue declarado culpable y recibió prisión de por vida como condena.