Héctor Ortiz y sus compañeros de la universidad crearon la empresa Rennueva que contiene una planta para reciclar unicel y convertirlo en material de papelería, marcos para foto, macetas y ganchos para ropa.
La idea surgió cuando todavía estudiaban la carrera de Ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En el proyecto también están Jorge Hinojosa, Enrique Estrella y Melissa Marquina.
Héctor estaba con sus amigos en la cafería de la facultad y notaron que los botes de basura estaban llenos. Cuando llegó la persona encargada de hacer la separación del material, se llevó el resteo y dejó todo el unicel.
Héctor se preguntó por qué este material no se recicla o revende como otros plásticos, papel y vidrio.
Aunque es 100% reciclable,ya que un estudio realizado por el Senado de la República, muestra que su estructura es versátil y fácil de moldear. Existe el mito de que es difícil reutilizar, por eso hay grandes empresas que prefieren desecharlo.
Aunque la gente recoja la basura y la separe, el unicel es un material que tarda un largo periodo de tiempo en degradarse. Un vaso puede tardar hasta mil años, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor.
Usan una máquina recicladora cuyo primer prototipo fue presentado en la UNAM hace cuatro años y está en proceso de patente.
Durante el desarrollo también han hecho cambios, como aumentar la capacidad para reutilizar una mayor cantidad de este plástico. El primer prototipo solo podía procesar 10 kilos por hora, y la nueva máquina puede hacerlo con 100.
En diciembre de 2016, Héctor y su equipo iniciaron la administración del centro de acopio que está en la calle de Mimosas 63, colonia Santa María Insurgentes.
En la inauguración reunieron alrededor de 300 kilos de unicel y desde entonces han aumento la recopilación y las donaciones.
Durante el primer semestre juntaron una tonelada de material y hasta la fecha llevan más de ocho.
El proceso para reciclar unicel
La producción de unicel es como la de las palomitas de maíz: hay unas bolitas pequeñas de poliestireno a las cuales se les inyecta vapor de agua para expandirlas. Así se les da la forma con distintos tipos de molde hasta juntarlas y obtener como resultados vasos, platos o soportes para electrodomésticos.
Lo que hace Rennueva es revertir el proceso: con el mismo calor lo comprimen hasta que quedan las mismas bolitas de poliestireno. Cuando se tiene en esa forma, deciden el tipo de producto en el que se convertirá.