La administración de Trump autorizó a los oficiales usar dispositivos venenosos conocidos como “bombas de cianuro” mismas que matan coyotes, zorros y otros animales en Estados Unidos,
Las bombas contienen cianuro de sodio y son muy desarrolladas por servicios de Vida Salvaje, una agencia federal en el departamento de Agricultura de Estados Unidos que mata un gran número de animales cada año, para beneficiar a granjeros y dueños de ranchos.
De acuerdo con The Guardian, en 2018 los servicios de vida salvaje reportaron que sus agentes han matado más de 1.5 millones de animales nativos de Norteamérica, osos negros, lobos, patos y búhos. Todos ellos asesinados por esta arma química.
Por si fuera poco, la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. Anunció que permitiría el uso continuo de cianuro de sodio en M-44 en todo el país de manera provisional.
A pesar de que ya completaron una primera fase de una revisión de rutina, las trampas se enfrentan a una creciente oposición pues también han provocaron la muerte accidental de especies en peligro de extinción, mascotas domésticas y causaron daños a personas.
Uno de esas casos fue el de Canyon Mansfield, un adolescente que caminaba con su perro detrás de la casa de su familia en Pocatello, Idaho. El perro de Mansfield activó una trampa de cianuro que roció una nube de polvo venenoso en el aire. El perro murió en el acto y Mansfield tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital, donde finalmente se recuperó. Sus padres están demandando a los Servicios de Vida Silvestre por el envenenamiento.
El caso de Mansfield ayudó a las protestas de los grupos ambientalistas, y esto llevó a que la gobernadora de Oregon, Kate Brown, firmó una prohibición sobre el uso de trampas en el estado. Los Servicios de Vida Silvestre acordaron suspender temporalmente el uso de M-44 en Colorado gracias a las demandas de grupos ambientalistas.
Brooks Fahy, director ejecutivo del grupo ambientalista Predator Defense declaró Es un “desastre completo”, dijo. “El gobierno ignoró los hechos e ignoraron los casos que, sin duda, demuestran que no hay forma de que los M-44 se puedan usar de manera segura”.