Maximino García recibió una descarga eléctrica cuando trabajaba en la Comisión Federal de Electricidad.
Por las heridas perdió ambos brazos y ahora es el primer mexicano en recibir un trasplante completo de esta extremidad.
“Se me notaba mucho porque mis amputaciones eran bastante visibles, le sorprendía mucho a la gente, pero ahorita ni se nota”, dijo.
La cirugía fue exitosa porque su cuerpo no rechazó la extremidad y continúa en terapias para que se adapte y pueda realizar cada vez más movimientos.
El trasplante se hizo en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
Martín Iglesias fue el jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital. Él y su equipo ya habían logrado un primer trasplante exitoso en un hombre de 56 años que también sufrió una amputación de antebrazos en 2012. Cuatro años después de la cirugía, el paciente recuperó hasta 75% de su movilidad.
De acuerdo con este equipo médico, México es el único país en América Latina que realiza estas cirugías de alta complejidad.
En el mundo se han trasplantado 104 extremidades, la mayoría a nivel de un tercio del antebrazo, seis antebrazos completos y solo seis brazos (incluyendo el codo).
El donador debe ser compatible en color, tamaño y distribución del vello.
Alemania y Francia realizan este tipo de trasplantes cada tres años. Ahora México es uno de los 19 países del mundo que han logrado esta cirugía.
Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al año tres mil personas sufren amputaciones de extremidad superior (brazos)y solo entre cinco y ocho por ciento son candidatos a trasplantes.
La donación de extremidades, en este caso un brazo, solo se permite por un donador diagnosticado con muerte encefálica.
Esto debido a que es una transferencia que lleva varios tipos de tejidos, como la piel, muslo, hueso, articulaciones, ligamentos y todo el sistema vascular y nervioso.
El costo de la cirugía tiene un promedio de 10 mil dólares. Puede ser cubierto por el IMSS, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), la Secretaría de Salud y recursos propios del paciente.