Un hombre que recibió una picadura de insecto en un dedo, no recibió atención adecuada en el Seguro Social y como consecuencia perdió dos dedos. Aunque acudió oportunamente a una valoración médica, y fue remitido a uno de los pocos hospitales especializados en picaduras de insectos, no recibió la atención médica necesaria.
Por este caso, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió la recomendación 47/2019 al IMSS porque un paciente que había recibido un piquete de insecto acudió por atención médica a seis hospitales diferentes, pero no fue atendido adecuadamente.
El hombre, un analista en sistemas de 38 años de edad fue a una cita a la Unidad Médica Familiar 93, en Ecatepec Estado de México, por tener inflamación en un dedo de la mano derecha. Seis días antes un insecto lo había picado pero, aunque un médico de su trabajo lo revisó, su mano continuaba inflamandose.
Ahí fue diagnosticado con “celulitis” médica, una inflamación leve de la piel, y fue enviado a casa.
Dos días después acudió a urgencias de otro nosocomio, el Hospital General 68 en Ecatepec, porque su dedo estaba más inflamado y había cambiado de colo. Ahora tenía tejido muerto por una infección grave, por lo que fue enviado al Hospital “Magdalena de las Salinas” en la Ciudad de México, donde clasificaron su caso como alta urgencia. De ahí fue enviado inmediatamente al Centro Médico “La Raza”.
Ese día ingresó al Servicio de Urgencias del Centro Médico “La Raza”, fue valorado por especialistas en toxicología, angiología y cirugía vascular, así como por cirugía plástica y reconstructiva; y todos los médicos determinaron que tenía un tipo de necrosis en el dedo índice y debía ser amputado, pero no contaban con criterios para manejo quirúrgico
Sin embargo, aunque fue nuevamente trasladado al Hospital General 196, no fue intervenido quirúrgicamente y tampoco mostró mejoría. Así que solicitó ser dado de alta para buscar una segunda opinión médica.
El hombre fue ingresado en un hospital particular donde le fue amputado el dedo índice de la mano derecha y permaneció siete días internado.
Luego, volvió al IMSS para tramitar sus incapacidades pero nuevamente no fue atendido adecuadamente pues ofrecieron someterlo a una nueva cirugía para “cerrar su heridas”. Dos días después tuvieron que amputarle el dedo medio de la mano derecha en un hospital privado.
El hombre decidió presentar la queja ante CNDH en mayo de 2018, y para respaldar los sucesos, el paciente presentó las valoraciones médicas que le fueron entregadas en cada hospital. Además, se determinó que el paciente estaba en situación de vulnerabilidad por tener diabetes, una enfermedad crónica, y requería atención médica puntual y especializada.
Como resultado de esta queja, el Instituto tendrá que canalizarlo a servicios especializados de atención médica y psicológica, además de consultas de fisioterapia para mejorar su desarrollo motriz.