Con 20 mil 599 asesinatos entre diciembre de 2018 a junio de 2019 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ha sido el más violento en la historia de México.
Diariamente se registran en promedio 97 casos, y las cifras siguen creciendo. Entre abril y mayo la cifra aumentó un 6% y de mayo a junio volvió a crecer un 3%.
Si siguiera con el mismo comportamiento, haciendo una proyección, el sexenio de Obrador podría terminar hasta con 295 mil asesinatos en seis años, unos 135 muertos diarios, lo que representaría un 130% más que Enrique Peña Nieto.
Ahora bien, si comparamos el primer semestre de los cuatro últimos gobiernos, por cada 100 mil habitantes el gobierno del presidente Vicente Fox tenía 7 homicidios dolosos, en cuanto a Felipe Calderón 5 averiguaciones, Peña Nieto 8 casos y Obrador fue de 12 asesinatos, es decir, este último representa un 50% más que el sexenio anterior y 140% más que Calderón.
Para el Presidente, octubre será el mes en el que el país comenzará a bajar los niveles de inseguridad, tiempo necesario asegura, para que comience a consolidarse la estrategia de seguridad, las cual está basada en tres ejes: mejora del bienestar de los mexicanos, creación de la Guardia Nacional y erradicación de la corrupción.
Sin embargo, expertos en el tema han mencionado que dicha promesa no es viable, ya que verano es la temporada con mayor número de homicidios y los programas sociales, en el corto plazo, no van dirigidos a las personas que cometen delitos violentos.
A esto se le suma las declaraciones que realizó el Secretario de Seguridad Pública Alfonso Durazo al negar que pueda terminarse la violencia en seis meses, poniendo como mínimo tres años para que se comience a notar el cambio en condiciones de criminalidad.
Es irrefutable que se viven los meses más violentos en la historia de México, a siete meses de gobierno obradorista, mirar atrás y señalar errores ya no es una opción.