Hace unos días, tres niños mexicanos fueron a competir al Campeonato Internacional de Aloha Cálculo Mental que se llevó a cabo en China.
Dos de ellos resultaron victoriosos al responder a todos los problemas matemáticos sin errores ellos son: Sergio Antonio Luna Álvarez y Tania Rodeo Hernández, ambos originarios de Querétaro.
Tania Rodeo regresó a su natal Tequisquiapan, Querétaro, este jueves y fue recibida con gran júbilo por los habitantes de la comunidad la Fuente; un pequeño poblado en el que habitan cerca de 800 familias.
La pequeña de 11 años llegó acompañada de sus padres y su hermano, a bordo de una camioneta, en cuanto llegó fue recibida con una ola de aplausos, decenas de flores, osos de peluche e incluso música de mariachi.
Todos los habitantes de La Fuente están orgullosos de Tania, la queretana que llevó el nombre de Tequisquiapan hasta el otro lado del mundo. Para felicitarla y mostrarle su admiración se dieron cita junto a una caseta de vigilancia, el punto exacto al que la niña llegaría.
Sin embargo, el camino hasta China no siempre fue sencillo, pues la familia de Tania no contaba con los recursos suficientes para pagar el viaje, por lo que tuvieron que pensar en formas de obtener ingresos adicionales. La mamá de Tania vendía comida a algunos compañeros de su hija mientras que su padre tuvo que trabajar horas extra para conseguir ingresos. Además buscaron el apoyo del gobierno y de empresarios.
“Yo no sabía que tanta gente me estaba esperando aquí, fue muy bonito, me sentí muy contenta. Yo hice mi sueño realidad, viajé a China para competir y gané, a los demás niños les digo que los sueños sí se cumplen”, comentó la ahora campeona queretana.
El viaje entre la comunidad de La Fuente y China duró más de 24 horas, y al llegar, no esperaba el cálido recibimiento de sus familiares y amigos. Con la Copa Champions entre las manos, y una playera del concurso con la leyenda “Aloha Cálculo Mental” llegó convertida en la figura más importante de su comunidad.
La preparación d llevó muchos años, Tania conoció el sistema que aplicó en la competencia desde que era muy pequeña y eso le facilitó las matemáticas. Sus padres aseguran que antes de ir al concurso practicaba con alrededor de 500 operaciones al día.
Por su parte, Arely Hernández, su madre dice sentirse orgullosa de que los sueños de su hija mayor se vuelvan realidad. La niña mostró interés y amor por los números desde que era pequeña.La lección que aprendió es tener fé en los logros de sus pequeños. “Lo que aprendimos como padres fue a confiar más en nuestros hijos.