La casa de Lydia Cacho fue allanada. Quienes entraron robaron equipo de trabajo y material periodístico.
Además mataron a una de sus mascotas y envenenaron a otra. El domicilio está en Puerto Morelos, Quintana Roo.
Fue ayer en la tarde cuando unos sujetos rompieron los cables de las cámaras de seguridad para desactivar la alarma y entrar.
Parte del equipo robado incluye una grabadora de audio, tres cámaras fotográficas, varias tarjetas de memoria, una lap top y 10 discos duros con información sobre pederastia.
También rompieron fotografías familiares y prendas de la periodista. Expertos en seguridad le dijeron que “iban por ella”, aunque no estaba en su casa al momento del allanamiento.
Lydia Cacho fue torturada en 2005 por un grupo criminal encabezado por funcionarios y empresarios de Puebla y Quintana Roo.
Después de la publicación del libro Los Demonios del Edén, donde la periodista destapó una red de pederastas que operan en Puebla y Quintana Roo, ha sido víctima de ataques, uno de ellos secuestro.
Fue detenida en diciembre de 2005 por un grupo de policías que no tenían orden de captura y aun así la llevaron de Cancún a Puebla, en un auto del empresario José Kamel Nacif.
Durante el viaje, que duró más de 20 horas, Lydia Cacho fue torturada física y psicológicamente.
Además sufrió tocamientos e insinuaciones sexuales, amenazándola de muerte de forma física y verbal.
Dos años después La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concluyó que no se violaron “de forma grave” las garantías individuales de la periodista.
Hasta ahora, solo se ha sentenciado a un policía y siguen libres los demás.
Mario Marín, ex gobernador de Puebla, Kamel Nacif y Hugo Adolfo Karam, tienen una ficha roja girada por la Interpol, por estar relacionados con la tortura hacia la periodista.
En enero de este año, el gobierno de México se disculpó con Lydia Cacho por violaciones a sus derechos humanos.