En México una de cada 10 personas tiene problemas en el estómago causada por malas prácticas en la elaboración de la comida, de acuerdo con estudios de la UNAM.
Pero el verano es la época del año en la que más personas tienen problemas intestinales por comer alimentos contaminados en la vía pública. Los principales problemas es que pueden desarrollar son las amibas y las lombrices.
Por si esto fuera poco, la Ciudad de México tiene un grave problema de materia fecal, y este es peor durante material se pulveriza y se esparcen por el aire eso provoca que la comida que está al aire libre se contamine.
Por su parte la Organización Mundial de la Salud advierte que má de 200 enfermedades se transmiten por alimentos contaminados que no han fueron correctamente preparados.Los grupos más propensos de enfermarse son niños, adultos mayores y mujeres embarazadas.
Los negocios de comida en las calles por lo regular no cumplen con medidas de higiene requeridas por la Norma Oficial Mexicana NOM-251-SSA1-2009 para preparar alimentos.
Esto quiere decir que no cuentan con agua corriente o acabados como paredes fáciles de lavar para que no proliferen organismos, con espacios donde se guarde comida a temperatura ambiente y en refrigeración.
Además, quienes preparan alimentos deben portar ropa en colores claros,no portar botones ni joyas. Tener manos limpias, uñas cortas y cabello recogido.
Si por otro estar completamente seguro de que los alimentos fueron preparados correctamente evita comer en la vía pública. Mientras preparas tus alimentos también debes tomar en cuenta las siguientes recomendaciones.
Lávate las manos antes de comer y asea los utensilios con los que prepararás tu comida, hazlo siempre con agua corriente. Jamás laves en cubetas con agua rezagada, esto provoca que se concentren las bacterias.
Separa los alimentos crudos, las carnes y los vegetales y no los prepares en la misma superficie. Al menos necesitas dos tablas diferentes para picar.
De acuerdo con Berenice Barrera, el consumir alimentos que fueron preparados con inocuidad no sólo es responsabilidad del gobierno o de los productores de comida, si no también lo es de los consumidores.