El portero español Iker Casillas de 38 años y su esposa la periodista Sara Carbonero de 35 años respectivamente eran la pareja perfecta: encabezan las listas de popularidad y sellaron su amor con un beso durante la final del mundial de Sudáfrica en 2010 que fue transmitido en televisión. Pero esta pareja también nos recuerda que una vida color de rosa es sinónimo de vivir sin afecciones físicas.
Casillas sufrió un infarto repentino el 1 de mayo sin haber presentado enfermedades cardíacas antes, y esto lo llevó días después a confirmar su retiro una vez que se recuperó.
Habían pasado apenas veinte días y continuaba con su recuperación cuando su esposa de sólo 35 años fue diagnosticada con cáncer luego de que hallaran un pequeño tumor en uno de sus ovarios durante un chequeo de rutina.
Ambos son jóvenes y saludables, no había ninguna razón aparente para que enfermaran.
Este caso nos recuerda que sin importar la edad o la actividad física, nadie está exento de sufrir enfermedades cardíacas.
Aunque en el caso de los deportistas parece haber un riesgo ligeramente mayor de padecerlas.
En 2012, el joven futbolista Frabrice Muamba de 23 años, quien era entonces jugador del equipo deportivo Bolton Wanders de Reino Unido , se desplomó a medio partido porque estaba sufriendo un ataque cardíaco, luego los médicos confirmaron que su estado era grave.
A raíz de este episodio, comenzaron los cuestionamientos sobre si el ataque estaba relacionado con ser un deportista de alto rendimiento conlleva riesgos de ataques cardíacos.
A esta cuestión, la fundación Riesgo Cardíaco en Jóvenes (RYE por sus siglas en inglés) que tiene sede en Reino Unido responde que un ataque de este tipo en alguien tan joven pudo deberse a condiciones hereditarias como arritmias o latidos irregulares.
Sin embargo, aunque aún no hay evidencia de que dedicarse al deporte es una condición que predispone a enfermedades cardíacas sí podría tratarse de un factor que aumente la probabilidad.
En países como Reino Unido e Italia realizan chequeos regulares a los deportistas desde los 16 años, que en ocasiones determinan que un deportista debe abandonar los entrenamientos.
Pero esta no es una condición exclusiva de personas con alta actividad física, la fundación también revela que al año 12 personas menores de 35 años mueren por una enfermedad en el corazón de la que no tenían conocimiento, el 80% de ellas jamás presentaron síntomas previos.
La recomendación es mantener revisiones regulares al menos dos veces al año, sin importar la edad del paciente, su estilo de vida o apariencia.
Por otro lado, casos como el de Sara Carbonero cada vez son más frecuentes, la fundación mexicana CIMAB explica que algunos tipos de cáncer que antes sólo afectaba a mujeres mayores de cuarenta año ahora ataca a mujeres jóvenes de manera más agresiva debido a todos los procesos hormonales que se dan en el cuerpo a más temprana edad.
Algunos de los factores de riesgo son estilos de vida sedentarios, tendencia a la obesidad, al tabaquismo y al consumo de alcohol, así como cambios en los patrones reproductivos con respecto a generaciones pasadas. Esto se suma a la falta de detección oportuna, es decir. Los casos cada vez se detectan en estados más avanzados de la enfermedad.