Raúl “N” subió a robar un camión de la ruta 14 que salió de la base del Reclusorio Oriente hacia la colonia Presidentes, en la alcaldía Iztapalapa de la CDMX. Minutos después exigió a los pasajeros que le entregaran sus cosas. Pero un pasajero lo desarmó y le disparó. Raúl murió a la entrada de la Unidad Habitacional La Fase II.
Las balas impactaron en el abdomen y la mano. El asaltante bajó del camión para intentar escapar. Algunos testigos cuentan que intentó correr, pero tres calles después se desvaneció. Frente a la unidad llegaron policías, paramédicos y, minutos después, elementos de la Guardia Nacional.
Los paramédicos confirmaron la muerte del hombre, después de una valoración. El cuerpo tenía tres impactos de bala en el tórax y uno en el brazo. Los vecinos reconocieron al ladrón por sus tatuajes y le avisaron a su madre. Ella identificó el cadáver del hombre de 21 años.
El viernes ocurrió un hecho similar en esta demarcación. Un “justiciero” disparó a un delincuente que escapaba con dos celulares y un reloj en la mano después de asaltar a los peatones en el cruce de la Avenida 6 Poniente y Calle 9 de la colonia Renovación.
Con cámaras de seguridad de la zona, la Policía encontró al ladrón entre los microbuses del lugar. Luego se escondió en un parque cercano, eran alrededor de las siete de la mañana.
Minutos después solo se ve cómo se desploma sin ninguna razón. Incluso fue reportado como muerte por causas desconocidas, hasta que los paramédicos de Protección Civil encontraron una herida de bala bajo la axila del cadáver.
El hombre estaba en el suelo cuando murió, vestía un pantalón de mezclilla, playera color claro, chamarra azul y tenis negros. Los elementos de la policía tuvieron el lugar bajo resguardo mientras los peritos llegaban y hacían las primeras investigaciones.
La Procuraduría Capitalina ya abrió una carpeta para saber qué pasó en realidad e identificar al responsable. Se piensa que es un “justiciero” que cobró venganza por el delito que el ladrón acababa de cometer. Pero tampoco se descarta que pueda tratarse de un probable ajuste de cuentas con alguna organización delictiva.
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