Tras un operativo de la Marina de México, este viernes 15 de julio se confirmó la detención del narcotraficante Rafael Caro Quintero, quien se encontraba en la lista de los más buscados de la DEA y del FBI.
Esta es una de las detenciones más importantes que se han realizado en el actual sexenio. Estados Unidos tenía activa una recompensa de 20 millones de dólares. El operativo y detención se llevó a cabo en Chihuahua.
Rafael Caro Quintero nació en Baridaguato, Sinaloa, tierra de la que también es originario Joaquín “El Chapo” Guzmán. Es cofundador del Cártel de Guadalajara.
Se le nombra el “capo de capos” y “el narco de narcos”, debido a que en su momento de mayor poder controló gran parte del tráfico de drogas en México y Estados Unidos.
Estados Unidos ofrecía 20 millones de dólares por Rafael Caro Quintero
Por casi 10 años, los Estados Unidos habían tratado de capturarlo para juzgarlo por el asesinato de Enrique Camarena en 1985.
Enrique Camarena, conocido por su alias «El Kiki», fue un agente encubierto de la DEA que, según las investigaciones sobre el caso, fue secuestrado, torturado y asesinado por órdenes de Rafael Caro Quintero, luego de un operativo antidrogas.
Rafael Caro Quintero fue arrestado en septiembre de 1985 y permaneció en una cárcel de Jalisco por más de 20 años.
Sin embargo, fue liberado mediante un amparo en agosto de 2013 a falta de cumplir 12 años de sentencia. Desde entonces, se había mantenido oculto y no se sabía nada acerca de sus actividades. La página oficial de la DEA tiene la siguiente ficha:
«Se busca por las siguientes supuestas infracciones federales: secuestro y asesinato de un agente federal, delitos violentos en ayuda del crimen organizado, complicidad y complicidad después del hecho. También buscado por: posesión con la intención de distribuir marihuana y cocaína, asesinato, operación de una empresa criminal continua».
En 2016, hizo una reaparición pública para el semanario Proceso en el que aseguró que ya no se dedicaba al narcotráfico y pidió disculpas a la DEA y al gobierno de los Estados Unidos por el tema de las drogas, pero negó ser el culpable de la muerte de Enrique Camarena.
“Yo ya no soy un peligro para la sociedad. No quiero saber nada de narcotráfico. Si algo hice mal, ya lo pagué”, dijo en aquella entrevista lograda por la periodista Anabel Hernández.
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