Su nombre es Thor, ahora es el nuevo integrante de la Unidad Canina de la Cámara de Diputados. Tiene poco más de un año, es un pastor belga malinois y ha iniciado su entrenamiento para poder detectar sustancias y artefactos explosivos a fin de preservar la seguridad de quienes visitan y trabajan en la Cámara de Diputados.
De acuerdo con información oficial, Thor llegó al recinto legislativo luego de un proceso de adjudicación en donde se pagó a su dueño el monto de 107 mil 880 pesos.
Sergio Cruz, su cuidador y el encargado de la Unidad Canina de San Lázaro relató para el periódico El Universal que, para poder adjudicarse al canino, convocaron a particulares y empresas para que ofrecieran a un perro adiestrado en detectar, por lo menos, tres olores de explosivos.
Detalló que las compañías mandan su cotización y características del animal, ellos eligen a cinco, los cuales citan para ser evaluados. Dicha evaluación consiste en tres ejercicios básicos de búsqueda y uno de aroma.
Los trabajadores de la Unidad Canina que supervisan la prueba, verifican que el perro no tenga miedo de reconocer los aromas y miden el tiempo que tardan en identificarlos. Todos los resultados son registrados en una ficha que contiene observaciones e indica cuál es el mejor. Posteriormente son entregados a la Dirección de Resguardo y Seguridad.
Sergio Cruz enfatizó que dos de las características primordiales para que el canino sea elegido, es que debe ser tranquilo y sociable.
Thor, también llamado Canelo, en los cuatro meses que lleva viviendo en la Cámara, ha demostrado que cubre con estos requisitos, incluso con los niños, pues el Centro de Desarrollo Infantil (Cendi) organizó una visita al lugar en donde pudieron conocer la zona de juegos y el entrenamiento de la Unidad Canina, y él fue uno de los preferidos.
El perro tiene garantía de un año, es decir que, si en este periodo de tiempo no logra adaptarse por completo al trabajo que debe realizar como vigilante, puede ser sustituido por otro canino que esté entrenado para la detección de explosivos.
Entrenamiento
Los seis caninos que conforman la Unidad Cania de la Cámara de Diputados, están adiestrados para poder detectar nueve aromas de material explosivo. Una vez que son admitidos, su entrenamiento consiste en hacerlos susceptibles a detectar seis aromas más.
Las actividades de adiestramiento tienen como base el juego y la actividad física en lugares abiertos, cerrados, fuera del recinto, así como los de difícil acceso, por ejemplo, la zona del basurero.
Thor ahora forma parte de la familia de Jako, Mairo y Óscar, quienes también son pastor belga malionis; de Blackie un labrador negro y de Lucas un Golden retriever. Cada uno tiene su binomio. Han trabajado en la Unidad Canina de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) así como en la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate de la UNAM.
El trabajo
Desde las siete de la mañana, los caninos hacen rondas en el perímetro, el basamento y los estacionamientos. A partir de las 9, recorren las oficinas, el salón de sesiones y el auditorio. Y en las tardes realizan tres recorridos por los espacios abiertos y las oficinas administrativas. Dos estas rondas las llevan a cabo acompañados de un binomio de la Policía Federal.
Por su parte, Isidro Junco, director de Resguardo y Seguridad dijo a El Universal, que se aquí se les brinda una calidad de vida a los perros, ya que la mayoría llegan cuando son cachorros y se jubilan a los ocho o nueve años.
“Tiene una buena calidad de vida. Sus jaulas son amplias y salen por periodos de 45 minutos a jugar y correr. También tienen juguetes y una alimentación especial”.