Los licenciados en ingeniería de la UAM Azcapotzalco, Diego Jair Aguilera Martínez y Daniel Olguín Gómez, desarrollaron un dispositivo que genera energía limpia a partir de plantas.
El prototipo de este artefacto ha demostrado funcionar de manera eficaz para recargar celulares, ventiladores, relojes de mesa y lámparas de bajo voltaje.
“Indagamos y encontramos que hay sistemas que aprovechan la materia orgánica producida durante la fotosíntesis y que hay celdas microbianas que originan energía”, dijeron los ingenieros en una entrevista para el Semanario de la UAM.
Con este proyecto Aguilera y Olguín participaron en un concurso realizado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la National Science Foundation de Estados Unidos.
Su prototipo se diseñó con la idea de crear fuentes de electricidad alternativas a los combustibles fósiles, como el gas o la gasolina, que diariamente generan contaminación en el planeta.
Tan sólo en nuestro país, la quema de combustibles significa más del 60% de la energía producida en el país. Lo que causa grandes cantidades de gases de efecto invernadero. Mismos que originan las llamadas ‘Contingencias Ambientales’ en el Valle de México.
La manera en que los egresados de la UAM Azcapotzalco transforman la energía de las plantas en electricidad fue a través del entendimiento y uso del dióxido de carbono (CO2) y los electrones liberado durante el proceso de la fotosíntesis.
Aunque a simple vista el aparato creado por estos dos mexicanos parece invasivo para las plantas aclararon que no les hace ningún daño ni afecta en su desarrollo:
“Nosotros elaboramos un método para aprovechar estos últimos (CO2 y electrones), los cuales captamos con un procedimiento electrónico que no daña la planta ni fuerza su actividad, simplemente emplea lo que ya no le sirve para obtener energía mediante la introducción de electrodos cerca de la raíz”.
Con esta base, los jóvenes planean ampliar su prototipo a un tamaño mucho mayor para instalarlo en los jardines de la UAM y de esta forma crear una red de energía limpia en los campus de esta casa de estudios. La intención a largo plazo es que toda la iluminación de esta Universidad se genere con su proyecto.
Además del uso en su alma máter, los ingenieros no descartan que un futuro esta idea pueda tener un uso doméstico: ”decidimos dar un valor agregado para tener incluso la oportunidad de aplicar este sistema en localidades carentes del servicio eléctrico o disminuir el gasto en las casas por este concepto”.
Actualmente Diego y Daniel continúan perfeccionando este artefacto que consideran puede escalar a “niveles insospechados”.