En el monte Neme, conocido coloquialmente como el Chernobyl de Galicia, recientemente atrajo a influencers de toda España, quienes se toman fotografías en un lago de un raro color turquesa.
Pero no conformes con las imágenes del paisaje, algunos visitantes han ido más lejos. Han entrado a nadar en el lago teniendo graves consecuencias.
La razón es que este monte antes era una mina del raro mineral wolframio.
Uxia fue una de las jóvenes que nadaron en el lago, como resultado sufrió una reacción alérgica que la mantuvo dos semanas enferma, aunque declaró que “sí, había pasado un mal rato, pero valía la pena”
Otra instagrammer que se metió a nadar porque no vio ningún cartel de advertencia y le parecía muy bonita. Como resultado tuvo vómitos, ronchas y una reacción alérgica que duró dos semanas.
Antes de convertirse en un destino deseado por los influencers, el monte Neme era una mina de extracción de wolframio. De acuerdo con la revista Público, Hitler le pidió a Franco que comenzará a extraer este material que solo se encuentra en Galicia, Portugal, León y Cáceres, poco después comenzó una fiebre por este mineral.
Sin embargo, esta fiebre no surgió de la nada. En 2017 la Xunta de Galicia, el equivalente a un ministerio de turismo, comenzó a promocionar este destino con la campaña Dame Galicia, incluso en uno de los anuncios aparecía una joven descansando sobre las montañas que alguna vez fueron minas.
Manuel Ferreiro, médico adjunto del servicio de urgencias del CHUAC asegura que sumergirse en estas aguas provocará problemas oculares e irritativos, irritación de las mucosas e irritaciones cutáneas. Si es de una manera prolongada y se bebe un poco de agua, podría causar trastornos digestivos, vómitos y posteriormente diarrea. Aunque nadar poco tiempo en este lago podría no ser grave, es de esos metales, el agua turquesa contiene metales pesados que se filtraron desde las aguas subterráneas .
El caso del monte Neme es similar al de un estanque de la ciudad siberiana de Novosibirsk. Este sitio tiene los restos tóxicos de una central de energía térmica cercana al que los turistas acuden para tomarse ‘selfies’ y fotos. Este sitio, de acuerdo con El país es un basurero tóxico que puede provocar reacciones alérgicas en los visitantes y supone un peligro por su fondo de tipo pantanoso: si un nadador casual entra, le será muy difícil salir del agua.