Los vehículos autónomos, conocidos también como ‘autos que se conducen solos’ ya son una realidad. En diferentes ciudades del mundo ya circulan de manera regular. Un estudio señala que México estaría listo para dar entrada a esta tecnología; sin embargo no la veremos pronto en la calle porque aún falta mucha legislación en nuestro país sobre el tema.
La consultoría internacional KPMG elabora cada año una evaluación sobre 30 potenciales para la incorporación de vehículos autónomos, México ocupó el lugar 24 en 2019, pero bajó hasta la posición 28 en 2020.
KPMG considera seriamente a México como un país en el que es posible integrar autos que se conducen solos al mercado general de vehículos. Pero en su informe resaltan que son las cuestiones regulatorias y de falta de inversión en infraestructuras modernas e investigación lo que frena su entrada:
“México es evaluado como el más bajo en asociaciones industriales y el segundo más bajo en regulaciones AV (Autonomous Vehicles/Vehículos Autónomos), conductores y en tener una agencia centrada en AV; además de ser el segundo país con más baja disposición del gobierno para el cambio.
Esto refleja que la implementación mexicana de AV, junto con otras nuevas tecnologías de transporte y energía limpia, está en suspenso con el gobierno actual”.
Si bien, la evaluación de KPMG da una mala nota para México, sus expertos aún consideran que la Ciudad de México en particular es una urbe en la que se puede poner en marcha un programa de vehículos autónomos para estudiar su desarrollo.
A nivel gobierno, no hay un debate abierto sobre el tema, pero eso no significa que no se esté considerando. Existe un organismo federal llamado Instituto Mexicano del Transporte en el que se hacen pruebas cerradas sobre diferentes tecnologías de movilidad y tránsito.
Recientemente, se inauguró una Pista de Pruebas en un complejo llamado Centro Experimental Nacional de Innovación Tecnológica (CeNIT) para la Seguridad Vehicular en la que se tiene a consideración los sistemas de conducción autónoma.
La investigación en nuestro país avanza de manera lenta, sí. Pero sí hay un grupo de expertos mexicanos que está trabajando en el análisis de esta tecnología.
¿Los vehículos autónomos son seguros? Waymo, un caso de éxito
Existen muchas opiniones al respecto sobre qué tan seguros son los vehículos autónomos y si estos pueden realmente suplantar a un conductor humano en la toma de decisiones rápidas en casos de accidentes.
Pero en ciudades en donde se implementan sistemas de vehículos autónomos, como en Chandler, Arizona, Estados Unidos, han demostrado ser eficientes y seguros.
En Chandler existe una empresa llamada Waymo, que es como un servicio de Uber, pero cuya flotilla se compone de autos que se conducen solos. De acuerdo con sus reportes y estadísticas, sus vehículos han tenido menos de 30 accidentes desde que iniciaron sus operaciones en octubre de 2017.
La mayoría de esos incidentes son choques en su defensa trasera. Es decir, ocasionados por conductores de autos que los golpearon por detrás; especialmente en situaciones en las que los vehículos autónomos estaban detenidos por la luz roja de un semáforo.
También hay dos reportes de choques con un peatón y un ciclista. En ambos casos, el vehículo también estaba detenido.
Cuando se trata de vehículos autónomos en circulación, Waymo es una gran referencia; debido a que la tecnología que utilizan tiene altos niveles de seguridad tanto en simulaciones por computadora, como en las calles, logrando acumular más de 30 millones de kilómetros recorridos sin conductor.
El dilema con los vehículos autónomos
En 2015, cuando la tecnología de la conducción autónoma salió oficialmente de los laboratorios para integrarse a las calles, se originó un debate conocido ‘El Dilema Ético de los Autos que se Conducen Solos’.
En resumen, este conflicto plantea diferentes escenarios en los que, durante un accidente vial, un vehículo autónomo se ve en la necesidad de tomar una decisión:
a) Impactarse directamente con el otro auto para evitar poner en riesgo a más conductores, aunque esto signifique que su pasajero podría salir dañado.
b) Impactarse contra otro vehículo cercano para salvar la vida de su pasajero.
Otra versión de este dilema plantea que en lugar de otros autos, a los costados del vehículo autónomo hay un par de motociclistas, uno con casco y otro sin él, las opciones entre las que la computadora debería elegir serían las siguientes:
a) Impactarse contra el motociclista responsable porque su casco le da más opciones de sobrevivir.
b) Impactarse contra el motociclista sin casco, ya que no sería justo castigar al que sí es responsable.
Una versión más reciente del dilema señala que en caso de que los vehículos autónomos se vendan de manera regular en el mundo, qué modelo es el que las empresas deberían vender:
a) El auto cuya computadora elija salvar más vidas en caso de un accidente, aun cuando su pasajero muera.
b) El auto cuya computadora elija salvar su pasajero ante cualquier circunstancia.
Estos son los principales conflictos que las leyes de todo el mundo están valorando con respecto a la aprobación de los vehículos autónomos. Este video puede ayudarte a comprender mejor esta cuestión:
Sin embargo, desde empresas como Waymo, Google, Tesla y hasta Uber se defiende una postura que permitiría convencer a los gobiernos mundiales de que la conducción autónoma es segura: la mayoría de los accidentes viales son causados por errores humanos.
Errores humanos causan hasta el 90% de los accidentes de tránsito
En diferentes ciudades del mundo, la estadística sobre accidentes viales señala que hasta el 90% de estos incidentes son causados por errores de los conductores, tales como:
- Viajar en exceso de velocidad.
- Distracciones.
- Conducir alcoholizado.
- Quedarse dormido.
- Intentar maniobras de alto riesgo.
- No respetar las señales de tránsito.
En México, la situación no es muy diferente. De acuerdo con cifras del INEGI, de los más de 301 mil accidentes vehiculares ocurridos en 2020, 287 mil fueron causados por el conductor; otros 3 mil fueron ocasionados por peatones o ciclistas; 3 mil más por fallas en el auto y 9 mil por las condiciones del camino.
Las empresas que fabrican los vehículos autónomos señalan que estos sistemas están equipados con una gran cantidad de cámaras y sensores que les permiten anticipar cualquier situación de riesgo a un radio de hasta 500 metros.
Los vehículos autónomos monitorean en tiempo real las condiciones del camino, los vehículos que transitan a su alrededor, los obstáculos que hay a su paso y el flujo de peatones, lo que le permite regular su velocidad, tomar su distancia y anticipar sus movimientos para evitar cualquier accidente.
Expertos como Iyad Rahwan, director del Centro para Humanos y Máquinas del Instituto Max Planck de Física, con sede en Alemania, consideran que si hubiera más vehículos autónomos circulando en las calles, se podrían evitar casi en su totalidad los accidentes viales de todo el mundo.
Y es que si se descarta la principal causa de los accidentes, como lo es el factor humano, las calles podrían ser más segura para los automóviles, peatones, motociclistas y ciclistas.
Para poder llegar a un momento en el que la conducción automatizada sea el estándar mundial, aún queda mucho tiempo, pero no es algo que se descarte, ya que ha pasado en muchas ocasiones anteriormente.
Si los aviones ya se manejan solos, por qué los autos no
Actualmente hay muchos ejemplos de operaciones automatas que ocurren todo el tiempo a nuestro al rededor.
Los elevadores funcionan con un simple botón, cuando antes era necesario una persona que los manejara; los cajeros automáticos pueden hacer las mismas tareas que un empleado de ventanilla de un banco; hay robots haciendo operaciones quirúrgicas de nivel milimétrico en hospitales; hay máquinas explorando la superficie de Marte y hasta los aviones se pilotan por sí mismos.
Los sistemas de pilotaje y aterrizaje automático de los aviones han demostrado ser muy confiables. Por supuesto que en esos casos es muy necesario contar con pilotos capacitados para operar los instrumentos; pero la mayoría de los procesos que permiten volar o aterrizar un avión en condiciones de poca visibilidad son hechos mediante cálculos muy exactos de una computadora.
Los Sistemas de Aterrizaje por Instrumentos (ILS, por sus siglas en inglés) utilizados en los aviones comerciales pueden calcular con gran precisión los parámetros necesarios para aterrizar una nave y ejecutarlos por sí mismo.
De hecho, hay muchos casos en los que por cuestiones de neblina en las que la visibilidad es nula, los pilotos optan por aterrizar los aviones por medio del ILS, ya que son la opción más segura que existe y lleva años ocurriendo.
Tan solo basta con ver este video de 2011 en el que se puede observar cómo funciona el ILS de un avión en una situación real:
Durante una conferencia sobre vehículos autónomos en Cambridge, Iyad Rahwan explicó que los gobiernos mundiales tienen a su disposición los estudios y pruebas sobre los índices de seguridad de esta tecnología, por lo que queda en ellos hacer la deliberación necesaria a nivel social y jurídico para crear una regulación adecuada para los coches que se manejan solos.
Las empresas de vehículos autónomos y los defensores de estas máquinas coinciden en que además de los beneficios en seguridad vial, estos autos son una alternativa más amigable con el medio ambiente y permiten un mejor aprovechamiento del tiempo, ya que las personas podrían usar las horas invertidas en conducir diariamente en otra actividad más productiva como leer o simplemente descansar.
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