Esta mañana, repartidores de Rappi recibieron la noticia de ser “desconectados” de la app sin previo aviso, informó el colectivo Nosotrxs en su cuenta de Twitter.
De acuerdo con la información documentada hasta el momento, son decenas de trabajadores quienes perdieron el acceso a su empleo sin ninguna explicación. Por un problema que no ocurrió esta mañana, sino desde hace varios días.
El pasado 3 de junio, Karen fue “desactivada” tras recibir la notificación de un nuevo pedido. “El sistema ha detectado recurrencia en el incumplimiento de términos y condiciones de Soy Rappi”, se lee desde su app de reparto.
“Llevo como 15 días (en espera). Todo empezó desde la actualización de la app. Desde entonces he visto muchos que de la nada son desconectados”, cuenta la joven repartidora en la CDMX. Hasta el momento, lo único que tiene como respuesta es un mensaje de texto en el que Rappi dice que “trabaja para resolver su caso”.
Mientras el caso se resuelve, Karen ha pasado dos semanas sin poder laborar. Su marido que también se dedica a repartir es el único que puede seguir trabajando.
Hoy tuvimos conocimiento que alrededor de 100 repartidores digitales (pueden ser miles pero no sabemos por falta de transparencia de las apps), amanecieron con la noticia de haber sido “desconectados” de @RappiMexico sin aviso previo y sin ahondar en detalles. 🧵 pic.twitter.com/LYpLaqG0MO
— Nosotrxs (@NosotrxsMX) June 12, 2020
“Según @RappiMexico estas desconexiones se debieron a un ‘error del sistema’, prometiendo la reactivación de las y los repartidores afectados sin prever medidas de reparación para ellas y ellos. Sin embargo, este NO es un caso aislado”, compartió Nosotrxs en un hilo de Twitter donde denuncia las frecuentes desactivaciones, incluso por falta de pedidos.
En Coahuila, Samir vivió una situación similar a Karen pero sólo duró dos días. En entrevista con Datanoticias, el repartidor comenta que tuvo que enviar correos electrónicos a Soporte para poder arreglar la situación.
“Días antes de que me desactivaran, yo les había comprado una mochila nueva. Se me hizo muy raro que pasara. Los encargados de mi ciudad no sabían la razón, pero me dijeron que, quizás, había sido por un mal comentario de un cliente de hace tiempo. Pero nunca me llegó un mensaje con el motivo“, cuenta Samir.
El correo de respuesta por parte de Rappi no especifica el motivo por el que Samir perdió la activación. Tampoco menciona ningún tipo de reparación por los días perdidos.
Rappi y Uber Eats, las apps ganadoras esta pandemia
El pasado 2 de junio, la plataforma de finanzas personales conocida como Fintonic reveló que las apps Rappi y Uber Eats incrementaron su demanda durante la pandemia de coronavirus.
De acuerdo con el estudio “Consumo en apps de comida a domicilio durante el Covid-19 en México”,el consumo de restaurante por medio de Rappi subió un 10.98% mientras que Uber Eats creció un 6.24%. Esto pese a las pérdidas por la contingencia sanitaria.
Sin embargo, las ganancias no se ven reflejadas en las condiciones de sus repartidores. En la mayoría de los casos, hombres y mujeres de aplicaciones laboran sin seguridad social ni equipamiento de protección. También enfrentan problemas con el retraso de sus pagos o accidentes viales.
“Deberían, por lo menos, dar una explicación”, dice Víctor sobre las desactivaciones. Él y otros cinco compañeros también se vieron afectados en Coahuila. “Por lo menos tuvimos suerte en que uno de los encargados de la oficina local nos ayudara. Porque Soporte nunca contesta”.
Amigo soy RT y no me han pagado toda la semana pasada me puedes dar un numero de teléfono para que me ayuden a aclarar lo de mi pago
— elrubis (@rah_arroyo) June 9, 2020
Estas condiciones laborales generaron la agrupación de colectivos como “Ni Un Repartidor Menos” y “Deliverlibres” para visibilizar las carencias del gremio.
En la información presentada por el colectivo Nosotrxs se exige la intervención de la Secretaría del Trabajo a nivel federal y capitalino. “No vamos en contra de la ‘flexibilidad’ ni de la ‘libertad’ que tienen los repartidores. Queremos una flexibilidad que realmente les beneficie: libertad de rodar y hacer su trabajo en condiciones dignas. En una economía colaborativa, los trabajadores no pueden quedar al último”, señalan.
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