Dos mujeres fueron detenidas y condenadas a 57 años de prisión en Brasil por el asesinato y tortura hacia un niño.
Hace un año le mutilaron el pene y los testículos supuestamente por “venganza contra el padre y los abuelos”.
La madre reconoció haber cometido el asesinato y dijo que lo hizo porque el pequeño le recordaba a su padre, quien siempre la había maltratado.
La víctima fue el niño Rhuan Maycon, de nueve años que fue acuchillado, descuartizado y decapitado el 31 de mayo en Samambaia.
Después de que el pequeño se durmió, su madre, Rosana Auri, de 27 años, le dio una docena de cuchilladas, mientras su pareja, Kacyla Priscila, lo sujetaba. Después Auri lo decapitó cuando aún tenía signos vitales.
Las dos mujeres iban a quemar las partes del cuerpo del niño en una parrilla para que la piel se desprendiera de los huesos y no fuera identificado.
Pero las colocaron en dos mochilas escolares y una maleta de viaje que la madre intentó esconder en una coladera.
Ambas fueron detenidas el 1 de junio, algunas investigaciones aseguran que la castración fue, en realidad, una cirugía para cambiarle el sexo.
Debido a que después de quitarle el pene, cosieron la región mutilada e improvisaron una versión de un órgano genital femenino, haciendo un corte en la ingle.
Siempre quisieron tener una niña y no soportaban la idea de que su hijo fuera varón. Declararon también que lo castraron siguiendo las instrucciones de un tutorial en internet.
Personas cercanas a la familia dijeron que el niño siempre mostró resistencia cuando la pareja lo vestía con ropa de niña.
La policía cree que el asesinato también podría estar relacionado con un fanatismo religioso exagerado y un “profundo odio al niño”, pues representaba el pasado afectivo de la madre.