Durante los últimos 30 años, Luis Camarena tuvo que dar mordida en varias ocasiones a policías de tránsito de la CDMX. La más reciente ocurrió en Insurgentes, cuando dio una vuelta en “U” e invadió el carril del metrobús.
Un policía lo detuvo para realizar la multa. Luis, administrador de empresa de 59 años, reconoció que había cometido una infracción, que actualmente tiene una sanción de 3 mil a 5 mil pesos, el envío del vehículo al depósito y seis puntos de penalización a la licencia.
“Yo acepté pagar la multa, pero comenzó a decirme que tenía que llevarme al corralón, que llevaba placas de otro Estado y eso aumentaría la sanción. Me quiso intimidar diciendo que iba a pasar más de 24 horas en el corralón”, narra el señor Camarena en entrevista con Datanoticias.
La insistencia del policía concluyó en: “mejor usted dígame, ¿cómo nos podemos arreglar?”
En los últimos tres meses, de la población mayor a 18 años que ha tenido contacto con autoridades de seguridad pública (14.6%), casi la mitad vivió actos de corrupción (48.3%), de acuerdo con los resultados de la ENSU (Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana) realizada por el INEGI.
“De chavo sí di muchas mordidas porque para mí era normal. No había un sentido ético sobre el tema de corrrupción. Te ponías el billete en la mano, le decías ‘gracias, poli’, le dabas la mano y te dejaban ir”, cuenta Luis.
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¿Qué infracciones te llevan al corralón?
Desde el año pasado, el Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México prohibió el uso de grúas cuando automóviles se estacionen en lugares prohibidos como: vías peatonales y primarias, costados izquierdos de la vía cuando existan camellones, o en los carriles exclusivos del transporte público.
Tampoco se llevará al corralón cuando la unidad esté estacionada en áreas de circulación, accesos y salidas de estaciones y terminales del transporte público colectivo, sitios de taxi, así como en zonas de ascenso y descenso de pasaje de transporte público. Aún así, recibirán su respectiva multa económica.
Sólo serán llevados por:
- No seguir el programa Hoy No Circula
- No tener documentación vigente como Licencia de Manejo y Tarjeta de Circulación
- Circular, invadir, dar vuelta o girar en “U” en los carriles exclusivos para el transporte público
- Participar en arrancones
- Reprobar el alcoholímetro
- Utilizar elementos visuales o acústicos similares a los usados por vehículos de emergencia como Cruz Roja, bomberos y policía, al igual que instituciones como la Secretería de la Defensa Nacional o Marina
- LLevar anuncios publicitarios no autorizados
- Abandonar vehículos en la vía pública (se considera después de 15 días)
En el caso de motocicletas, también serán llevadas al depósito cuando se viaje sin casco de potrección. Mientras que los autos de carga tienen prohibido realizar maniobras que afecten el tránsito.
¿Dónde hay más corrupción de policías?
La policía, los partidos políticos y la Cámara de Diputados son las instituciones que tienen los niveles de confianza más bajos, expuso el Informe País sobre Calidad Ciudadana.
Caso contrario ocurre con la aprobación de la Marina (85.5%) y el Ejército (83.1%), que de acuerdo con la ciudadanía, son las corporaciones que tienen mejor rendimiento en sus labores.
A nivel nacional, las autoridades peor calificadas fueron Atizapán, Cuautitlán Izcalli y Nezahualcóyotl en el Estado de México, seguidos de Los Cabos, Baja California Sur; Villahermosa, Tabasco, y Durango, Durango.
En la Ciudad de México, las alcaldías de Azcapotzalco y Venustiano Carranza son las que encabezan la lista de autoridades de seguridad pública que han cometido actos de corrupción.
Las situaciones en las que más vulnerable es la población son desde incidentes de tránsito hasta detenciones por peleas o faltas a la moral en vía pública.
¿Por qué hay corrupción?
En México, las prácticas policiales derivan en abusos de poder. Los altos mandos son elegidos por su cercanía al jefe político local, como un presidente municipal, y rara vez se hace un análisis sobre el perfil, habilidades y conocimientos, explica la organización Causa en Común.
A esto se agregan las condiciones sociopolíticas como la relación de las autoridades con el crimen organizado y las condiciones laborales de los miembros de seguridad.
Ante la infracción de Luis por invadir el carril del metrobús, se negó a dar dinero al policía. Para él, seguir cometiendo participando en dar mordidas implica corrupción, extorsión e impunidad.
“Si los ciudadanos no estuviéramos dispuestos a entrar en un acto de corrupción, las autoridades no verían ningún beneficio. Tengamos una conducta cívica respectando las reglas. Y si las cometemos errores, paguemos la multa”, concluye Luis Camarena.
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