Los juguetes tradicionales cada vez son menos deseados por niños y niñas. Durante épocas navideñas es más frecuente que pidan celulares, tablets, consolas de videojuego, computadoras… la mayoría de los padres aún se sienten inseguros sobre qué tan perjudicial podría ser el consumo de tecnología por parte de sus hijos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares, más del 10 por ciento de las personas que usan internet son menores de entre seis y 11 años, con hasta 15 horas al día frente a las pantallas de los dispositivos.
Sin embargo, la Asociación Pediátrica Americana considera que es un error intentar aislar a los niños de la tecnología, por lo que dependerá del uso y la edad. Los menores de tres años no deberían utilizar pantallas debido a repercusiones negativas en su desarrollo de lenguaje, emociones y vínculos psicosociales.
Después de los tres años, lo recomendable es una introducción a la tecnología con fines educativos bajo la regulación de un adulto que advierta al menor lo que está viendo. Lo más importante es evitar el uso de la llamada “pantalla niñera”, es decir, permitir el acceso a los dispositivos para calmarlos o callarlos.
Algunas otras recomendaciones para el manejo de la tecnología son: crear un plan donde no se establezcan horarios y no reemplacen actividades como el juego al aire libre o la interacción con otros niños y niñas; mantenerse al tanto del contenido que consumen los menores y hacerse participe en sus actividades virtuales, y priorizar la comunicación frente a frente para un mejor desarrollo del lenguaje.
Tampoco se debe olvidar que los adultos son el ejemplo de los más pequeños, de nada servirá enseñar la responsabilidad tecnológica a sus hijos, si usted está siempre conectado a sus dispositivos electrónicos.