En Marketplace de Facebook, o simplemente en grupos y perfiles de amigos todavía hay cientos de personas que venden tarjetas de Metro y Metrobús con recargas ilegales. Esta es quizá la última semana en que se les verá circulando.
Y es que a partir de 2020 el Sistema de Transporte Colectivo Metro, el Metrobús, el Tren Ligero y los otros transportes que necesitan de la Tarjeta de Movilidad de la CDMX podrán detectar cuando el saldo del plástico provenga de fuera de las instalaciones oficiales.
El negocio de las recargas es simple. Por Facebook hay publicaciones en donde el vendedor ofrece las tarjetas a 70, 65 y 50 pesos con 120 de saldo. La condición es llevar un plástico sin crédito para hacer el intercambio.
Por varios años esto pasaba solamente de manera clandestina en lugares como Tepito, la Lagunilla, el Centro Histórico y entre uno que otro usuario del Metro que sabía del negocio y entraba para llevarse alguna ganancia.
Pero a partir de mediados de 2017, Facebook se conviritó en la plataforma más utilizada para la compra y venta de recargas ilegales. Un reporte reciente del STC Metro indicó que esta problemática se refleja en inconsistencias entre el número de pasajeros que usan el servicio y los ingresos generados por el pago del acceso.
El informe detalla que más de un millón de pasajeros no pagan su entrada al sistema, algunos se saltan los torniquetes y otros usan recargas ilegales. Esto genera enormes pérdidas monetarias todos los días.
Pero esto parece llegar a su fin. Las recargas que no son hechas en una taquilla o en máquinas del Metrobús serán detectadas y todo el saldo que tenga la tarjeta desaparecerá inmediatamente, dejándola en cero.
Además, todos los plásticos que no sean la nueva Tarjeta de Movilidad Integrada de la CDMX, lanzada hace pocas semanas, tampoco servirán.
El asunto de las recargas ilegales comenzó durante el periodo en que Marcelo Ebrard era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. En ese entonces, varias máquinas de recargas ‘se extraviaron’ de los almacenes del Metro y las tarjetas no contaban con la tecnología suficiente para registrar el origen del saldo.
Ahora ya no es así. Los nuevos lectores instalados en los torniquetes de acceso, junto con la tecnología de la Tarjeta de Movilidad Integrada permitirá saber de dónde proviene el saldo, ya que todas los dispositivos de recargas en taquillas o máquinas cuentan con un número de serie que dejará una huella digital que valide la compra del saldo.
Es decir, en 2020 las tarjetas sí podrán recargarse de forma ilegal todavía, pero al tratar de ingresar todo el saldo será absorbido, quedará en ceros y aún así no permitirá el acceso.
Esta medida ya funciona en algunas estaciones del Metro como un programa piloto, pero desde enero del próximo año, ya estará operando en toda la red de transporte público de la CDMX.