La cifra de suicidios en México va en aumento. Mientras en el año 2000, el promedio fue de nueve al día, para 2018 la cifra se duplicó a 18 suicidios diarios, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Las personas que se quitan la vida se ven influenciadas por factores relacionados con la salud mental, uno de ellos es el estacional, es decir, la incidencia de suicidios según la temporada del año.
La época navideña de luces, reuniones familiares y regalos también ha sido estudiada por especialistas, quienes denominaron depresión blanca o blues de Navidad al estado anímico negativo donde la tristeza, depresión, insomnio y ansiedad afectan a la población pese al ambiente de las festividades.
“Actualmente enfrentamos situaciones sociales y personales que nos desbordan sin tener las herramientas necesarias para comprender las contradicciones que vivimos. Una mentalidad depresiva siempre va a considerar estas fechas como un cierre negativo y puede considerar quitarse la vida”, explica Javier Arango Guzmán, psicoterapeuta gestalt y tanatólogo.
Sin embargo, la depresión blanca no es un trastorno, sino un estado anímico en el que influyen factores biológicos como el clima. No es un hecho que se recurra siempre al suicidio durante las épocas navideñas, explica, los suicidios se cometen durante todo el año.
De acuerdo con estadísticas del INEGI, la población joven –20 a 29 años– es la que presenta las tasas más altas de suicidios. El estrangulamiento, disparo con arma y envenenamiento por plaguicidas son los métodos más empleados. Además del factor estacional, el económico también influye en la decisión.
“Vivimos en una sociedad capitalista en el que el valor se manifiesta de acuerdo a lo que tenemos y poseemos. El concepto sobre quiénes somos y qué podemos lograr repercute en la autoestima y modifica nuestra percepción”, explica Arango Guzmán.
Ante los diversos factores que influyen en el suicidio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda adoptar un enfoque multisectorial integral en el que administraciones públicas, sociedad civil y medios de comunicación trabajen en estrategias nacionales de prevención.
Algunas medidas recomendadas por la organización son: introducción de políticas sobre sustancias adictivas, información responsable, formación de personal sanitario y acompañamiento en situaciones tempranas.
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