Una buena parte de las playas y bahías mexicanas desaparecerán en los próximos años, así lo anunció un informe del Instituto Tecnológico de Massachussets publicado el 3 de diciembre.
Por su parte, la Organización de la Naciones Unidas dejó claro que es el momento para tomar acciones que reduzcan el efecto invernadero, de lo contrario las grandes masas de hielo ubicadas en los polos continuarán colapsando y eso provocará un aumento en el nivel del mar, lo que afectará a más de 680 millones de personas en el mundo pues las comunidades asentadas en zonas costeras podrían desaparecer.
El Informe Especial sobre el Océano y la Criósfera en un Clima Cambiante, realizado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático señala que la zona más afectada será Tailandia, Indonesia y China, pero México también tendrá problemas, 55 millones de personas que viven en zonas costeras podrían perder sus hogares. Por lo cual, incluso tendrían que ser reubicadas.
La mitad de la Península de Yucatán podría terminar bajo el agua, al igual que Tabasco y la refinería Dos Bocas que se contruye en esa región.
Hasta el momento, las autoridades mexicanas no se han pronunciado sobre las políticas para frenar el cambio climático. Sin embargo, la refinería podría tener periodo de vida de sólo 20 años: “El riesgo de que esta zona se inunde es alto y se debería tomar en cuenta para la construcción. En un futuro, esta infraestructura puede ocasionar problemas para la población por las condiciones ambientales”, explicó Evelia Rivera, investigadora mexicana que participó en el Informe.
Además, los especialistas son conscientes de otras afectaciones y es que el fenómeno no sólo provocaría las inundaciones en poblaciones costeras, sino que también tendría un importante impacto negativo en actividades económicas como la pesca o el turismo. Asimismo, en algunas regiones del sur mexicano, las intrusión del mar dañaría mantos acuíferos de vital importancia para almacenar reservas de agua potable.