Durante la campaña presidencial de 2018, Andrés Manuel López Obrador hizo 10 compromisos de educación, los cuales todavía no cumple por completo. Falta un año para que termine el sexenio, y aunque su gobierno sí avanzó en esa lista de promesas, hay algunas que no se lograrán concretar antes de octubre de 2024.
¿Cumplió AMLO sus promesas de educación?
El primero de los compromisos de AMLO en el ramo de educación fue “Fortalecer la educación pública gratuita y de calidad en todos los niveles escolares, bajo la premisa de que la educación no es un privilegio, es un derecho del pueblo”; este aspecto es difícil de evaluar porque no se especificó a qué se refería con “fortalecer la educación”.
Sin embargo, si se toma en cuenta las evaluaciones que se le han hecho a la educación pública del país, encontramos que el rezago educativo es más alto que cuando inició el sexenio e indicadores, como la prueba PISA, señalan que México retrocedió en este aspecto.
Es decir, el sistema educativo no se fortaleció a lo largo del sexenio, sino que es más débil que cuando comenzó.
En segundo lugar, AMLO propuso “Alimentación en todas las escuelas de educación básica de las zonas pobres y marginadas del país”, este es otro aspecto que no se logró cumplir. Incluso, muchas de las escuelas de tiempo completo en las que había servicio de comedor para los estudiantes dejaron de funcionar bajo ese esquema.
El gobierno de López Obrador justificó finalizar los programas de escuelas de tiempo completo bajo el argumento de que había mucha corrupción en su operación. Para compensarlo, se decidió dar apoyos directos a las familias para ayudar al cuidado de los alumnos en casa, pero se sabe que eran al menos 27 mil planteles que contaban con servicio de alimentación.
La tercera propuesta de López Obrador en educación fue dar becas mensuales a estudiantes de preparatoria para evitar la deserción escolar. Este compromiso, prácticamente, está cumplido. Las Becas Benito Juárez son universales y todos los alumnos de bachillerato pueden acceder a ellas.
La evaluación que hace el CONEVAL a este programa indica que han cumplido, en parte, su función esperada y el impacto en la economía de los alumnos sí es comprobable En cuanto a la deserción escolar a nivel medio superior, los datos de la SEP e INEGI señalan que sí hubo disminuciones durante el gobierno de AMLO, pasando de 11.6% en 2020, a 8.75 en 2022.
Sin embargo, estas no llegan de manera mensual, sino bimestral.
AMLO estableció como su cuarta promesa dar becas mensuales a estudiantes de universidad y garantizar el 100% de inscripción a jóvenes que deseen entrar al nivel superior, es decir, una política de cero “rechazados”.
Este compromiso está incompleto; las becas Jóvenes Escribiendo el Futuro y Elisa Acuña sí se lograron concretar, todos los alumnos de universidad pueden solicitarlas y es bastante probable que puedan obtenerla.
Pero lograr que no haya “rechazados” en universidades públicas todavía está pendiente. El gobierno de AMLO impulsó programas para que universidades privadas faciliten el acceso a los alumnos, pero aunque sea más fácil entrar a ellas, muchos alumnos todavía no tienen los recursos para costear por completo una carrera.
También se abrieron nuevas universidades, las Benito Juárez, que aunque tienen presencia en regiones donde antes no había este tipo de escuelas, el modelo educativo y gestión no han logrado consolidarse y el sexenio está llegando a su fin.
En quinto lugar, López Obrador prometió fortalecer las Escuelas Normales y la Universidad Pedagógica Nacional, sin embargo, a lo largo del sexenio, estas instituciones han visto reducciones de presupuesto o cuando hay aumentos, estos prácticamente no son superiores en términos reales, comparados con el año anterior.
Por ejemplo, en los primeros años del gobierno de AMLO, las Escuelas Normales perdieron la mitad de su presupuesto y los aumentos al dinero que se invierte en la Universidad Pedagógica Nacional se mantiene por abajo del 5%.
El sexto compromiso de AMLO fue cancelar la Reforma Educativa hecha en el gobierno de Enrique Peña Nieto; este compromiso sí se completó en mayo de 2019, con la mayoría de Morena y sus aliados en el Congreso de la Unión.
La séptima promesa fue crear un plan educativo para mejorar la enseñanza, elaborado con el apoyo de padres de familia, maestros y pedagogos. Este compromiso tampoco se cumplió y es poco probable que se logre cumplir antes de que AMLO termine su gestión.
En el actual sexenio sí se creó un plan educativo concentrado en la llamada Nueva Escuela Mexicana, pero ha recibido bastantes críticas por la opacidad en la que se creó este concepto y aunque hubo conferencias de prensa para explicar esa idea y hasta para defender los libros de texto gratuitos que la acompañan, no logró convencer a gran parte de la población.
Algunos estados se ampararon para impedir que los libros de texto y programas educativos de la Nueva Escuela Mexicana llegaran a las aulas de sus entidades; además de que únicamente queda un Ciclo Escolar con AMLO como presidente para saber si tuvo el impacto esperado y la educación mejoró. Algo que suena casi imposible de comprobar en tan poco tiempo.
López Obrador también prometió respetar la independencia y la autonomía de los trabajadores de la educación en México, como su octavo compromiso en materia de educación.
La relación entre el gobierno de AMLO y el magisterio ha sido complicada. Los maestros fueron aliados importantes para la llamada 4T al inicio del sexenio y varios líderes sindicales llegaron a ocupar espacios en los congresos locales y federales, la mayoría impulsados por Morena.
Pero con la pandemia de Covid-19, algunas de las políticas impulsadas por el gobierno federal no fueron del agrado del magisterio y esto desencadenó movilizaciones de maestros en contra de AMLO.
En noveno lugar, López Obrador prometió apoyar la educación indígena, respetando y preservando las lenguas, las tradiciones, las costumbres, el medio ambiente y la organización social comunitaria.
Esto se ha cumplido a medias. En la Nueva Escuela Mexicana sí se abordan estos temas en mayor cantidad que en gobiernos anteriores, igualmente, se hicieron materiales educativos exclusivos para algunos estados, acordes a la realidad social en la que viven.
Nuevamente, la Nueva Escuela Mexicana no podrá evaluarse de manera adecuada en el último año escolar que le queda al gobierno de AMLO, sino que será hasta varios años después que se pueda medir si en realidad hubo mejoras.
El décimo compromiso fue suspender las cuotas escolares y dar recursos directos a los consejos escolares para mejorar los planteles. Este sí se cumplió.
Durante el gobierno de AMLO, la SEP y las secretarias de educación locales hicieron fuertes campañas contra las cuotas escolares y, además, se creó el programa “La Escuela es Nuestra” que son apoyos económicos para los planteles, que son gestionados directamente por los padres de familia, maestros y directivos de las escuelas para invertirlos en las necesidades específicas de cada plantel.
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