Una publicación realizada por El Universal, narra a cerca de la campaña “Dejemos de Hacerlo”, de la Organización de las Naciones Unidas para las Mujeres (ONU – Mujeres), la cual consiste en que entre hombres cuentan sus experiencias de acoso para hacer conciencia, pero lo más importante para alentar a dejar de hacerlo.
“Todos hemos acosado, porque se nos hacía fácil para vernos más hombres, porque no sabíamos que eso era hostigar”, con esa frase comienza la campaña.
“Yo les tomaba fotos y se las enviaba a mis amigos, dice uno de los participantes, mientras que otro afirmó: “cuando iba por la calle, yo sí les chiflaba”.
Otras anécdotas mencionan: “me dijo que no, pero aun así la besé”; “iba manejando, la vi y le grité: ¡qué cuerpazo!”; “cuando iba a bajar del camión, le di un arrimón”; “mis amigos me retaron a darle una nalgada, lo hice y lo grabamos”, “me aproveché de que estaba borracha y le metí la mano”.
La campaña no está basada en los testimonios de las mujeres, sino en los hombres que se han dado cuenta de que han sido acosadores y han decidido dejar de hacerlo.
Ante esto, las Naciones Unidas señaló que, en el análisis de algunos grupos, se encontró que los hombres sólo escuchan a personas de su mismo sexo, ya que sienten que si oyen a mujeres o instituciones están siendo aleccionados y que “todos los temas de violencia o igualdad de género les genera rechazo o poco interés”.
En México, una de cada tres mujeres han sido víctimas de violencia sexual en lugares públicos, donde siete de cada diez son comentarios ofensivos, intimidación, acecho, abuso sexual o intento de violación.
Nuevo León, Guadalajara y la CDMX, se ha corroborado que son las principales ciudades del país en donde, entre el 81% y 91% las mujeres temen sufrir algún ataque en la calle o el transporte público.
La representante de ONU – Mujeres, Belén Sanz Luque, considera que “el acoso y hostigamiento sexual contra las mujeres sólo podrá terminar cuando los hombres hagan conciencia y decidan dejar de hacerlo”.
En entrevista con El Universal, San Luque explicó que, en México los medios de transporte son un lugar de enorme inseguridad para las mujeres. “Se debe reconocer que el acoso es un problema para cambiar esa conducta. Es necesario que los hombres se comprometan a dejar de acosar”, comentó.
Explicó que la campaña, “Dejemos de Hacerlo”, se orienta a los hombres debido a que en su mayoría ellos son los agresores. Agrega que no es suficiente trabajar con las mujeres, sino también hacer conciencia en que estos comportamientos suceden, que ellos los pueden haber cometido y que deben reconocerlo para dejar de hacerlo.
Se reitera que el objetivo que tiene esta campaña en México es eso, “que los hombres hagan reconocimiento y conciencia para dejar de generar este comportamiento”.
También, indicó que se dirigen específicamente a hombres de 18 a 35 años, usuarios de transporte público en Monterrey, Guadalajara, municipios aledaños y la CDMX.
La representante continúa explicando que, se decidió ese target porque es el momento en que los hombres adquieren la mayoría de edad, una mayor autonomía y toma de decisiones, pero aún conserva la idea de que para ser masculino debe ser macho dominante.
Refiere que la violencia sexual deriva de la idea de roles que desde hace tiempo se dan en la sociedad. Los hombres son los proveedores y las mujeres dedicadas al hogar, provocando que, se tome como “normal” que una mujer camine por la calle y un hombre le chifle o diga piropos.
“En México, lo que se ha podido observar es que siete de cada 10 mujeres han sido víctima de alguna forma de violencia sexual”. Por ejemplo, 81% de mujeres, en Guadalajara, afirman que han padecido violencia sexual mientras paseaban por el Centro Histórico; otro 71% declaran que en tan sólo 12 meses han sufrido alguna forma de acoso”, explicó.
Referente a lo que sucede en la Ciudad de México, dice que, en datos obtenidos hasta el día de hoy, es que 81% de las mujeres temen de sufrir ataques sexuales en las calles y el 77.4% en el transporte.
Para poder combatir estos tipos de comportamientos, explica, “debe haber un compromiso dejar de hacerlo”.
“Las mujeres ya están hablando para lograr un cambio, pero lo primero es visualizar el problema y generar evidencias. Además, se debe continuar trabajando para la prevención y por parte de las autoridades deben garantizar (ante estos actos) que no hay impunidad”.
“Se ha comprobado que sólo el 14% de las mujeres denuncian estos actos. Muchas han dejado de hacerlo porque no creen en el sisea de justicia, porque tiene la valentía de denunciar y no pasa nada o las autoridades las discriminan”.
“Hay un gran desconocimiento de los derechos, las autoridades y sociedad tiene que difundirlos”, puntualizó.