Un sujeto identificado como Jesús “C” fue condenado a 30 años de cárcel, luego de que la Fiscalía General del Estado de Michoacán comprobara su responsabilidad en el delito de violación agravada y lesiones contra su hija de 10 meses de nacida.
Los hechos se registraron en el municipio de Tanhuato, el 4 de septiembre de 2017, cuando la madre de la pequeña víctima salió de su domicilio; en ese momento el hombre aprovechó para violar a la bebé.
Luego de unos minutos, la mujer regresó y se percató que su hija se encontraba en mal estado de salud, por lo cual la trasladó a una unidad médica, lugar donde le informaron que la niña había sido violada.
Elementos de la Fiscalía Regional fueron quienes llevaron las investigaciones correspondientes, las cuales permitieron determinar los hechos y la relación entre la víctima y Jesús “C”, el ahora detenido.
Por este delito, al sujeto agresor se le dictó una pena condenatoria de 15 años por violación, 10 en agravante por ser su hija y menor de edad, más 5 por lesiones; dando una suma total de 30 años. Además de un pago para la reparación del daño.
Un estudio realizado por el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, a casi 100 casos de violencia sexual, estableció que el 80% de personas que sufren este abuso son menores de edad.
En la mayoría de las situaciones, los abusadores son conocidos del menor, los padrastros y abuelos son los que mayor porcentaje tienen de realizar este delito con el 15% de los reportes; seguido por tíos (13%), padres (11%), primos (10%), maestros (7%) y hermanos (3%). Y solamente el 18%, es de abusos cometidos por desconocidos.
De acuerdo con una guía para tomar acciones y proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual, emitida por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el abuso sexual es una de las peores formas de violencia contra la niñez y adolescencia. Y pese a que es un delito que va en aumento a nivel mundial, muchos casos se quedan sin ser detectados porque no son denunciados.
A diferencia del maltrato físico, cuyo diagnóstico puede ser visible, la detección de un niño o adolescente que fue o es víctima de abuso sexual y/o violación depende de escucharlo para saber lo que sucede. Por ello, es muy importante prestarles atención, privacidad y oírlos sin juzgarlos.
Así se puede detectar el abuso sexual en niños
- Tiene desconfianza ante alguna persona.
- Imita, juega o dibuja conductas sexuales adultas.
- Presenta molestias físicas repentinas.
- Tiene cambios en la expresión de sus emociones.
- Se resiste a asistir a la escuela o baja su desempeño académico.
- Tiene lesiones o infecciones genitales.