El sharenting surge cuando padres de familia suben a redes sociales fotografías de menores de edad, poniéndolos en riesgo, ya que esta actividad podría desencadenar distintas acciones de los cibercriminales. A continuación, te contamos todo lo que debes saber de este fenómeno digital.
¿Qué es el sharenting?
El concepto sharenting proviene de dos palabras share (compartir) y parenting (paternidad). Esta práctica consiste en documentar con fotografías el crecimiento de los hijos y compartiéndolo a través de redes sociales. A su vez, le están creando una vida digital a los menores.
¿Cómo el sharenting podría afectar la vida de tus hijos?
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) resalta que el sharenting expone a los menores a ser víctimas de ciberbullying.
Dicha práctica también puede generarles inseguridad con su imagen ya que por la falta de privacidad están expuestos a la crítica y opinión de terceras personas.
¿Qué situaciones pueden poner en riesgo a los menores de edad al practicar sharenting?
Compartir fotos y videos en redes sociales tiene consecuencias ya que existen personas que pueden hacer mal uso de ellas y una de las principales acciones es crear una cuenta falsa robando tu identidad.
Cuando se trata de contenido de infantes en plataformas digitales, es aún más riesgoso y delicado. A continuación, te mencionamos las situaciones que ponen en riesgo a tus hijos.
- Secuestro: Los delincuentes digitales pueden dar seguimiento a las actividades y ubicaciones de las familias, esto surge cuando los padres publican fotografías con ubicación exacta o en donde muestran lugares que se puedan reconocer a primera vista.
- Secuestro de identidad digital: Este se refiere al robo de fotografías e información de alguno de los miembros del círculo familiar para luego crear perfiles falsos, ganar la confianza de los menores y cometer actos ilícitos.
- Grooming: Los ciberdelincuentes abren perfiles falsos luego de haber recopilado una gran cantidad de fotografías de menores, por lo que se hacen pasar por ellos, para luego abrir conversaciones de índole sexual con otros infantes, con el objetivo de conseguir imágenes íntimas y después chantajearlos.
- Bullying o ciberbullying: Las fotografías de los menores pueden ser usadas para crear memes, chistes visuales que sean acompañados de frases que lastiman su estabilidad emocional.
¿Cómo evitar las consecuencias de la práctica de sharenting?
El regreso y salida de clases, así como el periodo vacacional son temporadas en las que el sharenting aumenta, por lo que la La policia cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC) hace las siguientes recomendaciones para que el uso de internet y dispositivos electrónicos por parte de los menores sea seguro:
- Configura los dispositos de manera que los menores solo puedan acceder y recibir contenido específico
- Instala y actualiza antivirus en todos los dispositivos electrónicos
- Usa contraseñas diferentes para cada aplicación o aparato, esas contraseñas deben tener caracteres diferentes, por ejemplo: Una mayúscula, númesos, símbolos
- Pon reglas sobre el tiempo de uso de los dispositivos electrónicos
- Pide a tus hijos comportarse de manera respetuosa fuera y dentro del ciberespacio
- Háblales sobre los riesgos que hay en internet
- Inculcarles el cuidado de su identidad cuando naveguen en la red
- Explícales qué impacto podría tener una publicación o comentario en línea
- Coméntales que lo que se publica en internet estará ahí para siempre
Testimonios de personas que han sido víctimas de sharenting
Una de las victimas del sharenting es la instagrammer Sara Inisterra, quien en 2014 comenzó a publicar fotos mientras practicaba deporte, en 2015, abrió un blog familiar en su canal de YouTube por la siguiente razón:
“Porque me daba envidia la imagen de felicidad que transmitían otras madres”.
“Yo pensé que eso era lo normal porque lo hacían otras muchas madres y, por tanto, no debía estar mal”, señaló.
Comenzó a publicar el proceso de su embarazo y marcas comerciales se acercaron a ella obsequiando regalos, al darse cuenta de que el contenido que compartía le generaba ingresos se volvió autónoma para profesionalizar dicha actividad, pero tiempo después esto le traería consecuencias.
Seguidores de su canal le enviaron videos antiguos en los que el menor se mostraba llorando.
“Me impactó ver ese momento vulnerable de mi hijo y noté que algo no estaba iba bien. No estaba a gusto con lo que hacía”, mencionó Sara Inisterra.
Luego de ese hecho, la instagrammer no volvió a publicar contenido con sus hijos, acción que sus seguidores le reprocharon por haber tomado esa decisión.
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